El Gobierno de la Ciudad quiso sacar ayer lunes el monumento a las Madres de Plaza de Mayo que hizo el artista plástico Alejandro Marmo y está ubicado frente a su sede en el barrio de Congreso. No obstante, cuando los empleados llegaron al lugar con una grúa, se encontraron con la presencia de Rosita, una de las Madres, quien, sola, lo impidió.
Con el argumento de que “no cuenta con los permisos necesarios”, una cuadrilla del área de Espacios Públicos de la Ciudad intentó ayer por la mañana desinstalar la escultura que Marmo obsequió a la Asociación y que desde hace algunos días permanece en la plaza, frente a la sede del organismo, en Hipólito Yrigoyen entre Virrey Cevallos y Sáenz Peña. Empleados del organismo porteño acudieron al lugar munidos de una grúa mecánica y acompañados por efectivos de la Policía de la Ciudad.
“Rosita, sola y con su pañuelo blanco en la cabeza, se sentó delante del monumento a las Madres de Plaza de Mayo que esta frente a la histórica sede de Congreso. Esta mañana el gobierno de la Ciudad quiso sacarlo. Con ella ahí, no se animaron. Acá ven como se retira la grúa”, detalló en las redes el cronista de la AM750 Mauricio Polchi.
Rosita, sola y con su pañuelo blanco en la cabeza, se sentó delante del monumento a las Madres de Plaza de Mayo que esta frente a la histórica sede de Congreso.
Esta mañana el gobierno de la Ciudad quiso sacarlo. Con ella ahí, no se animaron.
Acá ven como se retira la grúa. pic.twitter.com/VyDnMQN8q3— Mauricio Polchi (@MauriElbueno) 22 de octubre de 2018
Al rato llegaron patrulleros de la Policía de la Ciudad pero también militantes de las Madres. Finalmente desistieron del intento, que forma parte del hostigamiento sistemático del Gobierno de la Ciudad contra las Madres de Plaza de Mayo: desquitar los pañuelos pintados en el piso, quitar la calesita, entre varios otros.
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