Desde 1917, la casa de té Richmond era un emblema de la calle Florida. Su edificio forma parte de un listado de 600 edificios con protección cultural. Según consigna hoy el diario Clarín la semana próxima allí abrirá un negocio multimarcas de indumentaria deportiva, que en su parte trasera también tendrá un bar.

Los antiguos dueños de la confitería Richmond vendieron el local a un grupo inversor en 9 millones de dólares y hace tres años bajaron la persiana. La Legislatura aprobó una ley declarando a la Richmond “sitio histórico”. La norma sólo impide modificaciones edilicias, pero no prohíbe el cambio de rubro del local. Tampoco sirvieron los abrazos simbólicos a la confitería: sus dueños anteriores alegaron que cerraron porque “la actividad era deficitaria”.

La ex legisladora por el María José Lubertino (Frente para la Victoria), que presentó hace un año un recurso de amparo que protege a la Confitería Richmond de un “cambio de uso”, recibió denuncias de varios vecinos que advirtieron que se estaba colocando la estantería típica de los comercios de calzado en el interior del local, que se encuentra en plena obra.

La vicepresidente del Frente Grande adelantó que presentará un pedido de informes al ejecutivo para determinar qué funcionarios habilitaron la a la empresa de Calzado Nike usufructuar el local de la emblemática confitería. E instó a los ministros Hernán Lombardi, de Cultura, y de Daniel Chaín, de Espacio Público, a “dar explicaciones sobre el estado actual de la obra y sobre quién tiene la habilitación para explotar el local”.

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Fuente Redacción Z