El Área Metropolitana de Buenos Aires crece intercensalmente a un ritmo del 14% de su población. Esto implica que para 2020 habrá cerca de 2 millones de habitantes nuevos que demandarán respuestas habitacionales y nuevas infraestructuras y servicios, con lo cual es impostergable desarrollar una densificación urbana conducida que permita orientar la consolidación de corredores y afianzar una estructura metropolitana policéntrica. Algunos lineamientos que contribuyan a una redistribución poblacional como escenario de crecimiento futuro serían:
• Si bien ciertos corredores urbanos han alcanzado una máxima densidad, las áreas vacantes de los barrios del sur y las playas ferroviarias que podrían concentrar un mayor incremento poblacional.
• Integrar las villas y asentamientos precarios, dotándolos de equipamiento social y comunitario básico, apertura de calles para regenerar la trama urbana y garantizar la mixtura social.
• Revitalizar el parque edilicio existente mediante la ejecución de programas de créditos para viviendas, ampliar la oferta residencial en sectores ociosos y mejorar las condiciones de habitabilidad.
• La residencialización de sectores industriales obsoletos constituye otras de las estrategias.
• Fortalecer la dinámica de los centros urbanos barriales, reordenar áreas de trasbordo de pasajeros y consolidar los centros comerciales locales a través de mecanismos de asociación público-privada.
• Fomentar la densificación de los corredores, capitalizando el bajo nivel de ocupación y las vacancias de suelo.
• Finalmente, se aspira a consolidar al Riachuelo como un eje estructurante metropolitano, generando un corredor verde con calidad ambiental y áreas residenciales de alta densidad, con forestación y equipamiento adecuados.
En consecuencia, nuestras ciudades deben apostar a una densificación conducida para revitalizar su territorio y, de ese modo, contribuir a su reequilibrio territorial. Y esto sólo es posible con la aplicación de instrumentos específicamente diseñados, reconociendo a la multiplicidad de actores que intervienen y en respuesta a la complejidad de los procesos urbanos que allí se reproducen. La densificación conducida, entonces, que promueva la mixtura social, es la clave para recuperar áreas degradas y equipar con inclusión a los diferentes barrios de la ciudad.
*Por Guillermo Tella
Fuente Redacción Z
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