El Abasto, como casi todos los barrios de la ciudad, cambió mucho en los últimos tiempos. En los años 20 era sede de un gran mercado de frutas y verduras. Desde finales de los 80 y los 90, las nuevas generaciones lo relacionan solamente con la bella e inolvidable Mañana en el Abasto de Sumo y con un shopping. Pero además, en esas calles, funcionan decenas de restaurantes peruanos y otros tantos teatros.
«¿Cómo nadie pensó en eso?», se preguntó Jorge Eiro. El director de teatro se refería a todo el micromundo de la cocina peruana, los habitués de los lugares y las relaciones que eso generaba. Así nació Sudado, la obra de teatro que cuenta la historia de un restaurante -los de ceviches y «lomo a lo pobre»- en remodelación.
Allí conviven su dueño, Percy, y dos obreros, Ricky y Lalo, que trabajan para la constructora que ahora maneja Alejo. En el medio hay historias de muertes, desarraigo y rutina. Todo eso con una imagen del Machu Picchu de fondo, en una oficina a medio construir. Como en buena parte de estos locales, la escenografía se completa con una fonola y cervezas.
«En un principio, arrancamos con la idea de abordar el mundo de la construcción. Con el devenir de los ensayos apareció el de los inmigrantes y el de Perú, alentado por un viaje que hice a Machu Picchu. Por otro lado, después de los ensayos, siempre íbamos a comer a un restaurante peruano en un barrio lleno de teatros como el Abasto», cuenta Jorge Eiro, que se formó con maestros como Ricardo Bartís, Pompeyo Audivert y Emilio García Wehbi, entre otros.
Durante los ensayos, a base de improvisaciones, se fueron construyendo los personajes, la propuesta de mundo y la escena. El grupo, además, vio una película fundamental del cine argentino que aborda la temática: Bolivia, de Adrián Caetano. Con el tiempo también aparecieron interesados en participar del proyecto, como la Embajada de Perú, una marca de gaseosas y un restaurante peruano, claro.
«Así, surgió la idea de presentar a un grupo integrado por músicos peruanos una vez finalizada la obra. Es una forma de hacer cruces, de camaradería recíproca. Y una oportunidad para que los artistas peruanos puedan mostrar lo que hacen», dice Eiro sobre su primer trabajo como director.
En una ciudad con una vastísima oferta teatral, con una veintena de estrenos por fin de semana, el director se sorprende porque el tema de la inmigración no es recurrente en las obras. «Pensá que hace 60 o 70 años, en la época de Enrique Santos Discépolo, la idea del inmigrante estaba muy presente. Hoy en día, después de la gran ola de los 90, el teatro no se hace cargo de esto y quizá sí -un poco más- el cine. Ahora están las nuevas corrientes migratorias, con muchos africanos que llegan a Buenos Aires. Ese mundo no se usa para generar contenido poético ni artístico. Quizá sea el tinte burgués del teatro. Es una lástima que así sea», manifiesta Eiro.
Funciones
Sudado, con dirección de Jorge Eiro y actuación de Facundo Aquinos, Julián Cabrera y Andrés Irusta, se presenta los viernes de noviembre, a las 23.15, en El Camarín de las Musas (Mario Bravo 960). Entradas desde $40. Reservas al 4862-0655.
DZ/LR
Teatro: Sudado, historias de muertes, desarraigo y ceviche
Las tribulaciones de los inmigrantes peruanos, materia prima de la obra.
MÁS NOTICIAS
-
Helado de banan y jugos rojos
Este domingo vuelven las clase de cocina saludable para chicos. Esta vez convocado bajo el lema: ¡Chicos este mes...Seguir leyendoTaller de experimentos culinarios para chicos
-
Paseo por el rock nacional
El martes 20 de noviembre a las 19 se realizará el último recital de la temporada 2018 del ciclo de...Seguir leyendoHilda Lizarazu, gratis el martes 20 en el San Martín
-
280 espacios culturales
En La Noche de los Museos, desde las 20 horas, se podrán descubrir tesoros públicos y privados de la mano de...Seguir leyendoImperdibles en la Noche los Museos
0 Comentarios
Sé el primero en dejar un comentario!