En el otoño los días son más frescos y cortos, el sol se va alejando de la tierra. La Naturaleza comienza su ciclo de introversión y descarga; comienza a haber menos energía en el ambiente. Y los humanos necesitamos almacenar energía para estar fuertes en el invierno.
Es muy común que el pulmón comience a manifestarse a partir de congestiones, en forma de resfríos o gripes. También el intestino y el estómago se hacen sentir. Estas manifestaciones físicas tienen que ver con la descarga toda la naturaleza vive en el otoño. Lo podemos observar, en los árboles que descargan sus hojas.
Las manifestaciones en bronquios, pulmón e intestino tienen que ver con la falta de energía. Son órganos blandos, húmedos, expandidos, que necesitan del calor, la sequedad, la energía, el sol, el fuego, para equilibrarse.
El frío se contrarresta con el calor, por lo tanto necesitamos de alimentos que estén más elaborados, alimentos cocidos, que den potencia, vigor, alimentos densos, como grasas de origen animal y vegetal, haciendo un uso moderado de las mismas, tales como pescado, queso de cabra, nueces, almendras, semillas de sésamo y zapallo peladas (tostadas), cereales integrales y legumbres, en forma de risottos, guisos de quinoa, polenta y sopas de verduras con cereal.
Cebolla, puerro, cebollita de verdeo, ajo, ají son verduras que benefician la función del pulmón y el zapallo y la zanahoria son claves para el estómago. El arroz integral bien cocido ayuda en problemas bronquiales. Se puede comer con cebollita de verdeo y zanahorias rehogadas con cebolla, y agregar nueces, almendras y semillas.
Las sopas son el mejor alimento para el otoño e invierno porque alcalinizan y dejan todos los minerales de las verduras en el caldo. Hay que saber cocinarlas, primero se rehogan las verduras cortadas chiquitas y luego se hierve a fuego bajo durante una hora y media. Se les puede agregar miso, el fermento del poroto de soja, que activa la circulación y fortalece el corazón, y también jugo de jengibre fresco rallado, para equilibrar la función del hígado. La cebollita de verdeo picada y puesta por encima cierra esta unión de nutrientes aportando hierro y equilibrando al intestino. La ideal es con zapallo, nabo y cebollita de verdeo.
Fuente: http://blog.spa-lasdalias.com.ar/consejos-para-el-otono/
Fuente Redacción Z
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