Dicen que de chiquito, Mariano Albergoli jugaba a ser Gustavo Cerati. Que fue un cassette de Signos  –el tercero y fundamental álbum de Soda Stereo–  que le regalaron a los 8 años lo que disparó la fiebre. Ahora, ya grande, sigue jugando a ser Cerati, pero con una guitarra de verdad, en escenarios reales y con seguidores que acuden a sus shows para participar del juego. La banda de Mariano (guitarra y voz) se llama Sobredosis de Soda y es un tributo itinerante a la obra del trío más mentado del pop argentino de los años 80 y 90 y a su líder. Lo secundan Ezequiel Pérez Casas en batería y Pablo Gillari Ces en bajo. El año pasado cumplieron diez años juntos y lo celebraron con un show –Soda Eterno– que despiden este fin de semana en Vorterix.

“Empezamos de corazón, como un homenaje a nuestros ídolos, y la gente se empezó a enganchar. Para nosotros esto es parte de otro fenómeno, el de un artista que trasciende y perdura. Dentro de 200 años, en los colegios se va a hablar de Cerati. Eso es lo que impulsa a a un padre de 40 a venir con su hijo de 9 al show: compartir canciones que son eternas”, dice Mariano.

Soda tuvo mucha proyección en América Latina. ¿Cómo los reciben en otros países?

En general hay menos prejuicio con las bandas tributo, pero la reacción del público depende de cada país. En Colombia, son súper fans y les gustan temas de todas las épocas y en Ecuador son más hiteros. En Honduras pegaron mucho Sueño Stereo y Comfort y música para volar y cuando tocamos “Disco Eterno” explotó como acá con “Primavera 0”.

¿Se siente la presión si cambian mucho los temas?

Nuestras versiones son muy parecidas a las originales, pero nos tomamos ciertas licencias. Sobre todo en los finales, porque no hay registro en vivo de todos los temas que hacemos. Pero no podemos hacer “Persiana americana” al estilo de Agapornis porque nos matan.

Viernes 8, a las 20, en Vorterix (Lacroze y A. Thomas). Entrada $120.

Fuente Redacción Z