A cada individuo le está fijado realizar un número determinado de coitos y cuando se agotan, la actividad sexual, sin más remedio, está terminada para dicha persona. Ese popular pensamiento no es más que un mito, una errónea idea que ha sido muy difundida. A veces, hasta como un chiste.
En realidad, se trata de una analogía de lo que ocurre con la cantidad de óvulos que es capaz de producir una mujer para ser fértil.
En lo que respecta a la cantidad o al “stock” de óvulos, eso es verdadero. En tanto, en lo referido al número de coitos, no hay nada de verdadero. Ni en el caso de los hombres ni en el de las mujeres.
La edad promedio para la aparición de la menopausia avanzó por encima de los 46 años en 1853, a casi 52 años, en 1965.
Se ha observado que las mujeres que comienzan a menstruar temprano, continúan menstruando por un lapso más prolongado de tiempo. Estos hallazgos científicos parecen concordar en igual forma en otras áreas de la vida sexual femenina.
Por ejemplo, las personas que empiezan sus actividades sexuales a una edad más temprana que el promedio de los sujetos, parece que mantienen su vigor sexual por mayor tiempo. De hecho, el mantenimiento de la frecuencia sexual es importante para una buena conservación del sistema muscular, hormonal y arterial, entre otros.
Hay un dicho muy común que expresa esta situación con total claridad: “La sexualidad es como la batería de un coche, anda mejor cuanto más se la usa”.
Es innegable que a medida que el ser humano envejece, sufre ciertos cambios físicos. En el hombre, los testículos se empequeñecen, la producción de espermatozoides disminuye y la próstata tiende a agrandarse. Además, el semen pierde su consistencia y disminuye de volumen.
Algunos hombres padecen trastornos similares a los de las mujeres a la edad aproximada de 55 años o un poco más. Pero en el caso de los hombres esto ocurre con mucha menor intensidad que en las mujeres.
Este fenómeno masculino es denominado andropausia. Obedece al orden psicológico, tiene pocos asideros orgánicos. En ese sentido, es totalmente inverso a lo que ocurre con la menopausia femenina.
DZ/rg
Fuente Redacción Z
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