Por la protesta, los usuarios que viajan del oeste del Gran Buenos Aires hasta la Capital Federal tenían que recurrir a otros medios de transporte alternativos para llegar a sus trabajos.
Los empleados iniciaron el quite de colaboración ayer a la cero hora, con la idea de extenderlo durante una semana, para exigirle al Estado que pague una deuda de «hace dos años y medio», según indicó el sindicalista Rubén «Pollo» Sobrero.
Ayer, el ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, calificó la acción como «demencial» y «extorsiva».
DZ/sc
Fuente DYN
0 Comentarios
Sé el primero en dejar un comentario!