
Julio Cortázar, por Sara Facio

María Elena Walsh, por Sara Facio.
La mayoría de las imágenes que tiene el mundo en su mente sobre muchas figuras de la poesía, la literatura y la música durante los 60 y 70 las puso ahí Sara Facio (San Isidro, Buenos Aires, 1932). Porque Julio Cortázar es el que mira al costado, con el pucho colgando. Alejandra Pizarnik, la que apoyada sobre un árbol posa la vista esquiva, con gesto adusto. María Elena Walsh, en ocres y con ojos de enamorada, la de la leve sonrisa.
Antonio Berni, Adolfo Bioy Casares, Jorge Luis Borges, Gabriel García Márquez, Leopoldo Marechal, Tita Merello, Manuel Mujica Láinez, Pablo Neruda, Silvina Ocampo, Victoria Ocampo, Olga Orozco, Astor Piazzolla, Susana Rinaldi, Ernesto Sabato, Osvaldo Soriano, Mercedes Sosa, Aníbal Troilo y David Viñas son algunos otros que enfocó con su lente y su mirada certera.

María Elena Walsh, por Sara Facio.

Funeral de Perón, por Sara Facio.
Aunque se la conoce mayormente por sus retratos, o es célebre por ellos, Sara Facio es una artista que a lo largo de su obra usó la fotografía para hacer una suerte de memoria visual argentina.Entre otras grandes obras, dejó testimonio gráfico de miles de personas comunes y el entorno popular durante los funerales del general Perón, un trabajo de validez documental que es parte de la historia del país, para el mundo.

Funeral de Perón, por Sara Facio.
“Se trata de un lenguaje visual que imprescindiblemente ha de ser figurativo, pero no es arte realista y punto. Porque si bien la fotografía no puede desprenderse de su entidad que es mostrar el hombre al hombre, tiene un agregado: muestra el hombre en su momento. En su contacto total con lo contemporáneo. Después, se mira como Historia. Los que escribimos con luz, hacemos el primer borrador de la Historia”, dice en un texto, extenso y hermoso, que escribió a pedido de Silvia Mangialardi en 2012, con motivo de una muestra que se hizo en el Museo Nacional de Bellas Artes.
Fotógrafa, editora y curadora, aún activa y vital como cuando comenzó su carrera, Sara Facio, pedazo de la historia nacional que ha retratado un pedazo de la historia nacional, es una –y la más prestigiosa, interesante y hasta divertida- de las invitadas nacionales que van a participar el próximo Festival de la Luz 2016, que comienza el 1 de agosto y es un evento internacional de fotografía que se va a desarrollar en 62 espacios de 25 ciudades de todo el país.
Lo que se va a poder ver de Facioen esta ocasiónen la Casa de las Culturas de Tigre, a partir del sábado 13 de agosto, es una expo titulada De brujos y hechiceras, que según le contó escueta pero amablemente a Diario Z, son “fotos de personalidades de la cultura nacional e internacional”. El lugar tiene inmensos y hermosos jardines, y ahí se proyectarán, además, un centenar de fotos de su Antología personal. Aunque ella no lo diga, es una suerte de retrospectiva, que va a mostrar, en su inmensidad, lo enorme de su obra.
Sus fotografías figuran en las colecciones permanentes del Museo Nacional de Bellas Artes de Buenos Aires, del Museo de Arte Moderno de New York (MOMA), entre otros, y en prestigiosas colecciones particulares. Por siempre joven, inquieta, Facio sigue trabajando, siempre y todo el tiempo.
“Proyecto nuevas exposiciones personales en el interior. Escribo y edito notas y estudios para diferentes publicaciones especializadas del país y del extranjero. Estoy en la tarea de constituir una Fundación que incluye Fotografía”, cuenta a Diario Z como apurada, ya casi instalada en la próxima actividad, mientras termina la charla que, igual, sostiene con generosidad.
-¿Saca fotos por gusto, en su casa, a su amigos?
-Sí, sobre todo saco fotos por qué sí… Es lo que siempre hice y me da mucho placer tomar el instante, libre de toda pose.
-¿Qué puede trasmitir un retrato?
-Creo que el retrato fotográfico es la representación más fiel de un personaje, no sólo en lo externo. Cuando está realmente logrado, el retrato puede transmitir al ser de la persona a la que se está fotografiando con la menor cantidad de interferencias del creador de la imagen.
-¿Dicen los retratos, además del ser del retratado, algo de la época y hasta del fotógrafo, aunque haya pocas interferencias?
-Un buen retrato habla de todo. Del personaje, del fotógrafo y, más que nada, de la época. Ese es el milagro que aportó la fotografía al mundo.
– ¿Qué piensa de las selfies?
-Con otro nombre, las selfies existieron siempre: con espejos, con disparador a distancia, con reflejos en cualquier superficie. No creo que sea sólo una actitud narcisista, como se dice. Es una forma de estar junto a amigos, seres queridos o lugares, sin interferencias. En mi caso, inventé una serie, Autopaisajes, en la que me incorporé a lugares y paisajes que me provocaron.
-¿Qué se pierde con la autofoto desde el celular?
-Se pierde que no se hacen copias papel casi nunca y eso lleva al olvido.
-¿Y qué le parece esta nueva cultura instantánea de celulares con filtros para hacer fotos como artísticas, o redes como Instagram?
-La fotografía artística o el Arte Fotográfico es en esencia la fotografía directa que crea imágenes inolvidables. Que emocionan, que queremos guardar en una postal o en un libro. Muchos creen que lo es cuando un artista plástico usa el soporte fotografía. O en el caso de la pregunta, sustitutos tecnológicos. Nadie se recibe de artista. Ni en la mejor Universidad.

Autoretrato, por Sara Facio.
DZ/dp
Fuente Redacción Z
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