Un espacio, un taller, una mirada. Agazapado o con más pompas que una estrella de rock, detrás de toda obra de arte hay fundamentalmente, hombres y mujeres trabajando. De las representaciones de esos hombres y mujeres, de sus intimidades y de su mirada desde y frente el campo artístico que los sostiene, está hecha la muestra Yo, nosotros, el arte.
A partir de allí se desata un camino de obras casi domésticas, realizadas acaso sólo por esa imperante necesidad que habita al artista de buscarse. Autorretratos en el taller, retratos colectivos, artistas con sus modelos, artistas retratando a otros artistas.
Así conviven en la misma pared Eduardo Schiaffino y Carlos Alonso (separados por un siglo en la historia del arte). Y contrasta la solemnidad y sencillez de los autorretratos de Fermín Eguía y Prilidiano Pueyrredón con el desparpajo satírico de una Marcia Schvartz de cartón pintado, perfumándose para ir a ArteBa.
Dentro de la muestra se ha reservado un apartado llamado Vida Pública curado por María Isabel Baldasarre, en el que pueden verse los artistas más diversos posando para distintos medios gráficos.
Entre fenómenos como el de los selfies facebookeros y el culto al individualismo siempre en flor, ¿existe un límite entre la vida y la obra? ¿Hay lugar para la intimidad en una obra de arte? ¿Qué miradas se interponen en la construcción de la propia mirada sobre uno mismo? Yo, nosotros, el arte dispara interrogantes sobre los que siempre resulta saludable reflexionar.
Hasta el 3 de mayo. Lunes a sábados de 12 a 20 en Fundación Osde (Suipacha 658)
DZ/vr
Fuente Redacción Z
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