Nehuén Rodríguez fue atropellado el 15 de diciembre de 2014, cuando un patrullero de la Metropolitana impactó contra la moto que manejaba el adolescente de 18 años, en el cruce de Brandsen y Carrillo, en la Boca. El joven, arrastrado veinte metros por el móvil policial, murió a las dos horas en el Hospital Argerich.
Sus padres dieron una conferencia de prensa esta mañana en la Legislatura, a exactos seis meses del hecho, caratulado como “homicidio culposo”. Roxana, madre de Nehuén, afirmó que “hay cuatro testigos que vieron a mi hijo cruzar con luz verde y que llevaba el casco puesto, cosa que niegan los dos policías que iban en el patrullero”.
De la conferencia de prensa participaron los legisladores Pablo Ferreyra, Claudia Neira y José Cruz Campagnoli. Para los familiares, “no fue un accidente, sino un asesinato”. Y remarcan que el móvil policial no cruzó haciendo sonar la sirena. Piden una pericia “para saber a ciencia exacta a qué velocidad iba, porque si el auto iba a 43 kilómetros por hora, como dicen, no podría haber arrastrado a Nehuén tantos metros”. En un pedido de informes, Ferreyra y Campagnoli remarcan que el patrullero “circulaba a altísima velocidad, sin sirenas ni balizas”.
Hoy, el gran temor es que, con la actual carátula, si la causa es elevada a juicio, no haya una condena de consideración. La campaña “Justicia X Nehuén” busca darle visibilidad al caso, y en ese sentido han pintado un mural en el barrio como homenaje a joven.
DZ/JPC
Fuente Redacción Z
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