No importa cuan inteligente sea el smarthphone, se sigue quedando siempre sin batería en el momento menos indicado. Independientemente de la marca o el tamaño, todos parecen tener un radar para apagarse en medio de una llamada importante y cuando no hay cargadores cerca.
Es fácil creer que las llamadas son las únicas culpables, pero no es así. Las aplicaciones también se llevan su porción de batería y ya es hora de saber cuáles gastan más, así se puede prevenir la descarga inesperada (o al menos no sorprenderse cuando suceda).
Las que usan la geolocalización son las más gastadoras y eso quiere decir casi todas. Una buena alternativa es seguir usándolas, pero no dar nunca permiso de forma directa para que utilicen el GPS del teléfono.
Las que envían notificaciones serían las segundas en la lista del despilfarro de batería. Eso quiere decir que son aplicaciones como Facebook, Twitter, LinkedIn y Foursquare, entre otras de uso común. Lo ideal es no permitir los avisos. Así sin vueltas.
Son asesinas de baterías, al mismo nivel, las aplicaciones que usan el streaming y las que envían datos de forma masiva (como videoconferencias o llamadas de voz por internet). Todo lo que sirva para hablar gratis a través de la web (Viber, Tango o Skype) consume muy rápido la carga. La recomendación, entonces, para estos casos, es usarlas de modo puntual y por poco tiempo. O tener el cargador a mano.
DZ/dp
Fuente Redacción Z
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