El gobierno espera que haya muchos menos alumnos en la escuela pública en 2014 de los que hubo en 2013.
En las primarias son 20.000 menos: 203.513, frente a 223.000 del año pasado.
En las escuelas medias técnicas son 1.600 menos. Esperan bajar de 33.100 a 31.500.
En los terciarios de Formación Técnica Superior, la matrícula calculada también disminuye de 11.197 a 10.874.
Todas las denuncias estudiantiles y docentes sobre el propósito de reducir la enseñanza estatal se verifican en un documento del más rabioso carácter oficial, la Ley de Presupuesto enviada por el PRO a la Legislatura. Los datos se encuentran en las llamadas “metas físicas” para cada nivel escolar. Ahí figura, al pie de las consideraciones económicas, el número de alumnos sobre la base de los cuales se hizo el cálculo.
En ciertos niveles, la matrícula proyectada aumenta: de 43.533 a 45.151 alumnos en Formación Docente. En el nivel inicial sube de 49.679 chicos a 51.978. Este aumento en el primer nivel es una de las demandas más solicitadas por padres y legisladores. Sin embargo, las poco más de 2.000 vacantes extra no alcanzan a cubrir el déficit de 6.500 plazas que se necesitan para cubrir la demanda sólo en la zona sur.
Hay más: el presupuesto de Educación disminuyó su participación en el presupuesto total del 23,27 por ciento en 2013 al 21,64: 1,63 puntos porcentuales. Esto implica 163 millones de dólares menos, ya que cada punto tiene un valor de 100.000 unidades de la moneda norteamericana.
La cantidad de alumnos no es la única variable de ajuste. “En Educación, el recorte brutal –por cuarto año consecutivo– es en infraestructura escolar”, señaló a Diario Z María José Lubertino, legisladora por el Frente para la Victoria. Se redujo a la mitad el presupuesto para mobiliario y un 10% el de infraestructura escolar. No en vano tuvimos protestas estudiantiles por falta de mantenimiento en las escuelas. Algunas, como el Normal 9, siguen en condiciones edilicias absolutamente precarias, sin poder dar clase normalmente.
En 2011, se destinó a infraestructura educativa el 4.02% del presupuesto de Educación; en 2012, 2.48; en 2013, 1.85 y en 2014, 1.51 por ciento. Una abrupta caída.
Menos vacantes calculadas, menos recursos para infraestructura. “El ministro de Hacienda Grindetti dijo que era necesario privilegiar el subte, el Metrobus y la peatonalización. Entonces hicieron recortes en Educación y Desarrollo Social” –explicó a Diario Z la legisladora Virginia González Gass (Proyecto Sur).
Grindetti explicó la disminución con un argumento poco feliz: “Seguro que falta, pero lo que se ha gastado en infrestructura escolar ha sido impresionante y por eso el dinero destinado a tal fin va a ir decreciendo”.
No es lo que opina González Gass: “Hay muchas inconsistencias, falencias generales. El gobierno mantiene un texto que indicaba la apertura de once escuelas nuevas en la zona sur en el presupuesto 2013. El mismo texto aparece copiado en el presupuesto de este año.”
A estas desprolijidades y redundancias hay que agregar la subejecución crónica, que desvirtúa todas las cuentas. A partir del récord negativo de 2008 –cuando sólo se utilizó el 57% del dinero destinado a educacion– sólo se utiliza el 70%.
DZ/rg
Fuente Redacción Z
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