¿Cómo bajar la incidencia? La manipulación debe correr por cuenta de los adultos, usando protección ocular, gafas de seguridad y ropa no inflamable. No es recomendable que los niños utilicen pirotecnia.
Si bien lo más efectivo es no usar pirotecnia, en caso de hacerlo conviene manejarse con material autorizado por el Renar. Si es material autorizado tiene una leyenda del Renar y un número de registro del fabricante o importador. Se debe manipular en espacios abiertos y mantenerse en el piso, nunca en las manos ni en botellas o latas. No se debe tocar el producto si este no explota, sino apagarlo con abundante agua.
En caso de accidentes se debe llamar al SAME o concurrir al centro médico más cercano. En el ínterin, lavar la zona lesionada con agua fría y no colocar cremas, pomadas o ungüentos. Si se prende la ropa se debe sofocar el fuego envolviendo al accidentado con una manta o haciéndolo rodar por el suelo. Nunca debe caminar y menos correr.
La pirotecnia no sólo causa quemaduras e incendios. También puede generar secuelas físicas y psíquicas. Además, el estruendo puede ocasionar lesiones auditivas. En este caso, las mascotas sufren más las explosiones por el desarrollo auditivo, que es mucho más sensible.
Conviene aislar lo más posible a los animales a los efectos de evitarles un estado de descontrol que provoque que los mismos intenten escapar del lugar. De ser posible sería ideal colocarles tapones en lo oídos y aislarlos en un lugar fresco. No es aconsejable usar tranquilizantes no indicados por veterinario.
DZ/JPC
Fuente Redacción Z
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