Los trabajadores de la Dirección de Música de la Ciudad no ganan para sustos. Desde hace varios meses que denuncian las precarias condiciones laborales de gran parte del personal y el progresivo vaciamiento del área. Las últimas paritarias –14 por ciento hasta noviembre– adelgazaron aun más sus salarios frente a la estampida inflacionaria de los últimos meses. Y como si eso fuera poco, la Policía Metropolitana se instaló a vigilar la última asamblea que realizaron, el jueves pasado, en la sede de la Dirección General.
“Nosotros venimos haciendo asambleas desde hace más de un año”, relata Marcelo Gómez, delegado general por ATE. “Habíamos informado con 48 horas de anticipación a la Dirección que íbamos a hacer la asamblea. Cuando llegamos, nos encontramos con las persianas bajas del edificio y policías custodiando la entrada. Subimos al segundo piso, que es donde habitualmente hacemos las reuniones. Éramos más de 70 trabajadores. Vinieron dos policías a pedirnos los nombres y no se los dimos. Le pedimos a la directora que nos recibiera, pero su secretaria nos dijo que no. Que presentáramos una nota. No quiso dar la cara”.
“A nosotros no nos atendían pero los policías entraban y salían”, se quejó con Diario Z otro de los trabajadores que estuvieron presentes y pidió reserva de su nombre. Los empleados habían solicitado una entrevista con la directora del sector, la abogada Gabriela Aranaz, pero ésta no los recibió. “Primero dijeron que estaban para vigilar una manifestación de los empleados de los bingos. Pero cuando insistimos en que nos mostraran la orden, confirmamos que no, que estaban por nosotros. No es la primera vez que nos pasa algo por el estilo. El director anterior una vez nos mandó un escribano a una asamblea para que confeccionara una lista de los presentes”.
Uno de los empleados tuvo el reflejo de tomar una fotografía con su celular de la orden de servicio número 1245/16. En la imagen que acompaña esta nota, capturada a las apuradas, se lee perfectamente el título “Prevencional Dirección General de Música CABA – Movilización agrupación gremial”. La orden consigna la presencia de dos agentes en el edificio con la siguiente misión: “Se implementa el siguiente servicio de seguridad general y prevención por presencia de una manifestación de una agrupación gremial que en el día de la fecha, a partir de las 13:00 hs, realizarán una manifestación al organismo mencionado”. La Dirección General de Música está ubicada en Alsina 963. Según los policías, la preocupación de las autoridades era que los empleados tomaran las oficinas.
“Es muy grave que nos hayan mandado a la policía. Presentamos una denuncia con los abogados del Centro de Profesionales por los Derechos Humanos y también vamos a llevar la denuncia a la Defensoría”, explica Marcelo.

Policías en la Dirección General de Música.
Con la música a ninguna parte
La principal preocupación de los trabajadores es lo que llaman el vaciamiento del la Dirección de Música. “No hay actividad en el Anfiteatro ni en el Estudio Urbano y, por lo tanto, las oficinas de prensa y de producción también permanecen inactivas”, según Gómez. “Hay preocupación porque primero te sacan laburo después te acusan de ñoqui y, al final, te echan”.
“Hay una especie de lock out, por llamarlo de alguna manera, porque cada vez nos dan menos trabajo”, se lamenta el músico Marcos Cabezas, ex delegado e integrante de la Banda Sinfónica de la Ciudad, en diálogo con Diario Z. Explica que el plantel de la orquesta viene reduciéndose como resultado de renuncias y jubilaciones. “Hoy tenemos 25 vacantes orquesta de 96 músicos. Y no es que se redujo el plantel como parte de un plan, no. Por ejemplo, tenemos la sección de metales completa, pero no tenemos clarinetes. El desequilibrio artístico que eso provoca es tremendo”. La orquesta tampoco cuenta con sala de ensayo propia y la política del gobierno porteño presiona a las “coproducciones” asociadas con empresarios. “La orquesta fue creada para tocar gratis. Desde 1910, nunca se cobró entrada. Pero desde que asumió el PRO en la Ciudad, intentaron derogar el reglamento interno de la sinfónica y presionan para el lado de las coproducciones, en nombre de ´prestigiar a la banda´”.
El panorama se completa con trabajadores con contratos de locación que se renuevan anualmente desde hace ocho años y cobran salarios de seis mil pesos, un anfiteatro –el de Parque Centenario- con escasa o nula programación y cero producción propia y problemas edilicios importantes, como en el caso de Estudio Urbano.
“Tenemos inhabilitado el segundo piso, que es donde se dictan los cursos y talleres”, cuenta una trabajadora de allí. “Ya no podemos usar el Anfiteatro para que toquen las bandas que vienen a grabar –lanzan convocatorias para que los grupos nuevos puedan registrar dos temas de manera gratuita–y la actividad se redujo al mínimo”.
Panorama complicado para la cultura porteña, con teatros públicos cerrados y clausuras a diario de los centros culturales.
No estaría estando tan bueno Buenos Aires.

La orden de servicio que recibió la policía.
DZ/nr
Fuente Redacción Z
0 Comentarios
Sé el primero en dejar un comentario!