Antonio Villares, de unos 58 años, trabajaba hoy en el túnel de la línea B a la altura de la estación Los Incas, donde intentaba revisar la bombas que debían sacar el agua que ya cubría los rieles después del temporal.
Esa línea de subterráneos es la única que no tiene catenarias, sino que recibe electricidad a través de un tercer riel, cuyo suministro debería ser interrumpido ante posibles cortocircuitos por un sistema similar a los disyuntores.
Fuente Télam
0 Comentarios
Sé el primero en dejar un comentario!