Un atisbo de paz atraviesa los oscuros túneles del subterráneo de Buenos Aires: tras la última sucesión de paros y protestas con motivo de las paritarias que demoraron en abrirse, la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y el Premetro (Agtsyp) no sólo desactivó un cese del servicio sino que, además, se comprometió a suspender cualquier medida de fuerza en el subte al menos hasta agosto. Y, finalmente, el gobierno porteño dejó de patalear y se sentó a negociar, como parte necesaria para destrabar el conflicto de uno de los principales sistemas de transporte público de la ciudad.
La decisión parte del acuerdo alcanzado con la empresa Metrovías, que ofreció aumentos no remunerativos de entre 900 y 1.200 pesos a los operarios del servicio y, además, se comprometió a retomar la discusión salarial precisamente a partir de agosto.
«Con poco ánimo levantamos el conflicto y por paritarias no va a haber paros hasta agosto. Luego vamos a tratar de sentarnos con la empresa para ver si podemos llegar a algún consenso», indicó el secretario adjunto de la Agtsyp, Néstor Segovia. Según explicó el también delegado de la línea C, este primer acuerdo logrado con la empresa concesionaria es similar al alcanzado por el otro gremio involucrado, la Unión Tranviarios Automotor (UTA), que el martes 22 de mayo obtuvo aumentos para sus representados tras una reunión en el Ministerio de Trabajo.
De acuerdo con fuentes del sindicato, el pacto alcanzado por la Agtsyp es por un monto no remunerativo a cuenta de futuros aumentos de marzo a julio. Y las cifras acordadas representan un incremento del 20%, aunque el reclamo de los trabajadores alcanzaba el 28%.
Metrovías, concesionaria del servicio, se comprometió, también, a eliminar la categoría 8 de salarios, que al igual que la 7 incluía a los empleados de limpieza que hacían en ambos casos la misma labor pero cobraban diferente.
Cuestión de números
El arreglo en cuestión, del que tomaron parte desde los responsables de Metrovías, los gremios y funcionarios del gobierno porteño, se cerró con un incremento fijo no remunerativo de hasta $1.200 retroactivo a marzo para las categorías 1 y 2, $1.100 para las 3 y 4, $1.000 para la categoría 5, y $900 para las categorías más bajas.
Pero ese acuerdo no contempló un porcentaje fijo de incremento salarial. Precisamente es esta última discusión la que, de acuerdo con lo comunicado por Néstor Segovia, se retomará a partir de agosto.
Respecto de las reuniones que derivaron en esta aparente solución del conflicto, Juan Pablo Piccardo, presidente de la estatal porteña Subterráneos de Buenos Aires (Sbase), y representante de la Ciudad en las negociaciones, sostuvo que «el acuerdo fue un anticipo de la paritaria. Se trata de un monto fijo y después se cerrará un porcentaje concreto en los próximos meses».
Y Piccardo fue…
Finalmente, Juan Pablo Piccardo se sentó a la mesa de negociaciones con los trabajadores del subte, representantes de la empresa Metrovías y del Ministerio de Trabajo de la Nación. El funcionario, presidente de Subterráneos de Buenos Aires Sociedad Estatal, había faltado a reuniones anteriores y debió ser escoltado por la fuerza pública la semana pasada, por no acatar la orden de Carlos Tomada de asistir a las negociaciones, potestad que le compete al Ministerio de Trabajo. «¿Qué cosa mejor que hacer tiene el presidente de los subtes que resolver los problemas de los trabajadores y usuarios?», se preguntó Tomada. Y Piccardo, entendió.
DZ/km
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