Nosferatu es la primera película relacionada con la novela de Bram Stoker, Drácula. Decir “basada” sería incómodo, ya que el director alemán F. W. Murnau intentó realizar una adaptación, pero la viuda del escritor irlandés no quiso darle los derechos. Lejos de desanimarse, filmó su propia versión y creó este clásico del terror.

La película, de 1922, es la obra cumbre del expresionismo alemán con sus contrastes de luces, la composición del encuadre, los interiores opresivos y los exteriores que podrían ser pinturas. El Conde Orlok, que interpretó maravillosamente Max Schreck, es un personaje perturbado, siniestro, casi grotesco y perturbado que, con un toque de humor irreal, lleva adelante esta maravillosa sinfonía del horror.

Nada mejor que el mix neorrenacentista italiano con barroco francés del Colón como escenario para ver esta película. El espectáculo se va a realizar con música del compositor español José María Sánchez-Verdú para ser visto como una pieza indivisible. La Orquesta Filarmónica de Montevideo -que llega por primera vez a Buenos Aires- va a tocar la pieza junto al acordeonista Iñaki Alberdi. Como si fueran los años 20. Y a todo lujo.

Las entradas se pueden comprar en la boletería del Teatro (Cerrito 628) o en TuEntrada.com/Colon

 

DZ/dp

Fuente Redacción Z