Las Aliadas es el equipo de fútbol de mujeres que dirige la feminista y deportista Mónica Santino en la Villa 31. El nombre, atinadísimo, señala la necesidad de las futbolistas (y de las mujeres en general) de unirse para prosperar en este deporte: no es fácil, y de ahí la necesidad de aliarse; una necesidad que, como muestra la película, es más intensa que la de competir.
Realizada por el argentino Gabriel Balanovsky y la estadounidense Ginger Gentile, Mujeres con pelotas expone el contexto extremadamente machista que rodea a este deporte. Niños y adolescentes les boicotean el entrenamiento; las madres temen que sus hijas sean tildadas de marimachos; los palos en la rueda que pone la AFAa la profesionalización de las futbolistas, incluso a pesar del vaticinio del presidente de la FIFA, para quien “el futuro del fútbol es femenino”.
Para confirmar la dificultad de ser mujer futbolista en este mundo –y aunque parezca mentira, también en estas épocas– a lo largo del documental se escucharán las críticas voces familiares de las jugadoras, las detractoras voces públicas –y “autorizadas”– en los medios, y hasta gente común, persuadida del pesado mandato cultural de la distribución de roles, que define como deportes “aptos para mujeres” sólo el hockey, el tenis o el vóley.
El film gira en torno a Las Aliadas, pero no es el único equipo que existe. Hay muchos otros, pero ninguno recibe beneficios económicos de parte de los clubes –incluso de primera división– donde juegan. Lo único que Las Aliadas consiguieron como un gran trofeo, y por su propia cuenta, fue participar de un torneo de fútbol social que se realiza en Río de Janeiro llamado “Homeless World Cup” (Copa del mundo para gente en situación de calle). La cámara da testimonio de esto y se las ve jugando en la playa carioca.
Mucho más que un documental deportivo.
Apartir del 8 de mayo podrá verse en el Gaumont.
Fuente Redacción Z
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