El acceso al crédito hipotecario es un déficit que atraviesa a todas las clases sociales. El crecimiento del porcentaje de inquilinos (pasó del 11 al 17% en diez años) demuestra que el mercado inmobiliario tiende a la concentración, mientras miles de personas padecen aumentos indiscriminados en los alquileres.
El gobierno porteño intentó dar respuesta a esta problemática con dos líneas crediticias, aunque con resultados muy magros. A casi dos años de su lanzamiento, los créditos Primera Casa BA –muy promocionados por el propio jefe de Gobierno, Mauricio Macri- beneficiaron a sólo 1200 personas, según datos oficiales aportados por el Instituto de la Vivienda de la Ciudad (IVC) a Diario Z. En tanto, existen unos 2650 preacordados (ya tienen acordado el monto del préstamo, pero todavía no encontraron su propiedad) y unos 1327 que ya encontraron su futura casa, pero todavía esperan el visto bueno del Banco Ciudad. El monto promedio del crédito es de $350 mil y, por ende, es necesario contar con un ahorro previo importante para acceder a un departamento.
Otra línea crediticia más reciente lanzada en julio de 2013, Mi Casa BA, todavía no tiene adjudicatarios y sólo 21 están preacordados. Este crédito prioriza a personas de clase media con sueldos netos familiares de entre $10.800 y $18.000.
Desde el IVC aseguraron que la situación del mercado inmobiliario (en franca retracción por los problemas en el acceso al dólar) afectó la asignación de los créditos.
Crisis habitacional sostenida
La toma de tierras en el sur de la Ciudad son una expresión de la crisis habitacional que desde hace años aqueja a Buenos Aires. Las cifras oficiales son confusas, pero las organizaciones sociales y diversos informes de la Defensoría estiman que el número de afectados son más de medio millón de personas.
Si bien no es un problema nuevo, en los últimos años la situación se agravó frente a una subejecución crónica del presupuesto asignado por el gobierno al IVC. En 2013, según datos de la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera (ASAP), la ejecución mejoró su perfil aunque no llegó a cumplirse al ciento por ciento (se utilizó el 85% de 913 millones de pesos aprobados).
Para 2014, la situación presupuestaria no mejora, sino todo lo contrario. La Legislatura autorizó un recorte del 24% nominal del presupuesto que, en la práctica, será mayor debido a las proyecciones inflacionarias. Este año, el gobierno destinará a la vivienda poco menos de 700 millones de pesos.
DZ/fs
Fuente Redacción Z
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