Cuando pase el Mundial, Horacio Rodríguez Larreta y María Eugenia Vidal oficializarán sus candidaturas a la Ciudad y a la provincia de Buenos Aires con lo que Macri, promotor de ambas, habrá despejado del frente interno algunas tensiones. Sólo le restará “pasar la ambulancia” para levantar heridos y entre ellos estará Gabriela Michetti, a quien el jefe de Gobierno porteño le acaba de tirar un centro esta semana: “Sería un lujo que Gabriela me acompañe en la fórmula presidencial, sería un lujo para cualquier candidato”, remarcó.
Sin embargo, el amanecer no parece tan soleado. Porque en medio de toda la estrategia comienza a gravitar el factor UCR. Y justamente la posibilidad de que, su colega Ernesto Sanz (UCR-Mendoza) se cuele en sus deseos.
Por ahora no es más que un juego de tronos en la mesa de la arena electoral del PRO. Pero el escenario es propicio. Escrito o no, no es un secreto que hay vastos sectores de la UCR que estarían felices de bajar de sus pretensiones presidenciales tanto a Hermes Binner como a Julio Cobos, principales obstáculos para una alianza Unen-PRO en dos distritos vitales del interior.
En esa mesa de arena, dicen: “Cobos bien podría llegar a ser gobernador de Mendoza, aunque el problema ahí es que Sanz también y acaso con más comodidad; en Santa Fe, el PRO amenaza con ser la segunda fuerza electoral, mientras que el progresismo de Binner espanta al votante conservador que ve en Macri una salida”.
Hace poco lo dijo sin pelos en la lengua el senador Gerardo Morales (UCR-Jujuy): “Con el PRO pude ganar, pero con los socialistas y Libres del Sur no se llega a ningún lado”. El “sincericidio” se escuchó en una reunión de bloque en el Senado y fue acompañado por la brutal síntesis de un aliado del Frente Amplio Progresista, quien soltó: “Dejémonos de joder, no podemos convencer ni a nuestros hijos de votar a un candidato a presidente de la UCR”.
Sea como fuere, lo que vale en política es lo real. El impedimento para una alianza antes de las Paso entre UCR y PRO parece centrarse en los protagonismos de los líderes del frente y la puesta en valor que de Macri hacen las encuestas. Más allá de eso, entre el PRO y la UCR hay alianzas o acuerdos en Córdoba, Santa Fe, Misiones, Jujuy, Corrientes, Tucumán, Formosa, Entre Ríos y Santa Cruz.
Volviendo a la mesa de arena: no son pocos allí los que imaginan un acuerdo con el presidente de la UCR, Ernesto Sanz. Aunque un acuerdo para una fórmula compartida (a cambio de superpoblación de legisladores radicales) y presentarse en la Paso, ¿dejaría a Michetti fuera de juego por el premio mayor? Por ahora, son sólo especulaciones. Pero que se tejen en ambas márgenes partidarias.
DZ/rg
Fuente Redacción Z
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