No fue sólo un signo de cortesía extrapartidaria. La foto de Mauricio Macri junto al gobernador cordobés José Manuel de la Sota no escondió la intención de cantarle falta envido al gobierno nacional. Claro que no fue con 33 de mano sino con un medroso 21, como se verá.
El porteño fue el único de los pesos pesado de la política que hizo honor a la invitación de su colega para compartir un palco en el estadio Mario Kempes y aplaudir el 3-1 victorioso de la Selección Nacional. Daniel Scioli no fue de la partida, ni Sergio Massa ni Antonio Bonfatti. Todos estaban invitados. Por lo tanto, la foto se limitó a mostrar a ambos mandatarios junto al cómico Miguel del Sel. Sin embargo, la imagen alcanzó para desatar la imaginación siempre afiebrada de los estrategas de campaña de uno y otro lado que ven el año 2015 como su propia deadline.
¿Qué tienen en común De la Sota y Macri? Como se sabe, ambos quieren ser presidentes. Macri confirmó públicamente su vocación tras el conflicto por el paro subterráneo; De la Sota fue más precoz: utilizó un neologismo («cordobesismo») para mostrar su modelo como alternativa al kirchnerismo, y lo dijo apenas ganó la elección en 2011. Para De la Sota sólo faltaba encontrar una grieta por donde colar sus aspiraciones, y la oportunidad se la dio el reclamo de los 1.040 millones que, según el estado federal cordobés, la Nación les debe por compensaciones previsionales. Lo que tienen en común De la Sota y Macri es su enfrentamiento con el gobierno nacional y cierta vocación neoliberal que, a pesar de su peronismo declarado, el cordobés no oculta. Su provincia, que fue escenario de privatizaciones varias, sobrevive gracias a su alto nivel de endeudamiento, que es igual a la suma de su presupuesto anual: 22 mil millones de pesos. ¿Pero sería posible una fórmula compartida? Un ex asesor y amigo personal del ingeniero, misionero para más dato, recorre en estos días el espinel del peronismo federal y de algunos partidos provinciales, con la idea de vender este armado: imaginan a Daniel Scioli rompiendo con el kirchnerismo y liderando una candidatura a jefe de Gobierno porteño; imaginan a Sergio Massa, exitoso intendente de Tigre, ganando la gobernación bonaerense, y a De la Sota y Macri unidos ante una eventual re-reelección de Cristina. ¿Cómo? Dice el amigo personal del ingeniero, habitual interlocutor de Eduardo Duhalde, los hermanos Rodríguez Saá y Francisco de Narváez: «Sólo hay que ponernos de acuerdo en tres puntos básicos, como respeto al federalismo, a las libertades y derechos republicanos y defensa de las instituciones. Y después no caer en la dispersión de la oposición del año pasado. Hay que aprovechar la oportunidad de definir un fórmula en las primarias y que los votos indiquen quién va en primer término y quién en segundo lugar».
Frente a este panorama cabe preguntar: ¿por qué acusarán a la oposición de falta de ideas?
DZ/sc
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