Cómo describirías el estado del Zoo?
Varado en un mar de decadencia. Cada día la situación es más anacrónica y más alejada del centro de conservación que debería ser. El punto más crítico es la idea de un zoológico público en manos de una empresa privada.
¿Por qué?
Después de más de veinte años demostraron que no pudieron transformar el predio. Te das cuenta contando la cantidad de especies y ejemplares –casi 300– en relación con los programas de conservación y de rescate, que como mucho son cinco. ¿Qué hacen con las 295 restantes?
¿Cuál fue tu experiencia como director?
La empresa no tiene vocación para transformarlo. Me convocaron después de las irregularidades para renovar la licitación del predio y el escándalo de la subasta pública en 2011. Subastar el Zoo al mejor postor es un delirio. Me hicieron creer que llevarían adelante la transformación, presenté un diagnóstico y un programa pero en realidad fue una vidriera para calmar los ánimos y las críticas.
¿Y qué pasó?
Al principio avanzamos con algunas obras pero a medida que exigía mayor inversión comenzaron a dilatar los plazos y hasta cuestionaron decisiones para mejorar las condiciones de los animales. Un día dijeron: “hasta acá llegamos” y al día siguiente renuncié.
¿Cómo debería ser el zoológico?
Debería ser un actor de la conservación de la naturaleza. Los objetivos deberían ser conservar, educar, investigar, contribuir con la recreación –siempre y cuando sea educativa– y, lo más importante, generar mejores estándares de bienestar animal. Si esto no sucede, es imposible llevar adelante el resto. Quien lo visita debe salir siendo un aliado de la naturaleza, con el modelo actual es impensable.
¿Cuál es el estado de los animales?
Precario. Algunos están bien y otros mal. El zoo tiene más especies y ejemplares de lo que debería tener.
¿No están prohibidos los shows?
Por supuesto. Decir show en un zoológico es mala palabra. Deberían ser charlas didácticas en donde el animal haga lo que quiera hacer y se comente acerca de su comportamiento. Yo los prohibí mientras fui el director.
¿Es posible un cambio?
Lo que está pasando en la sociedad es esperanzador. Me preocupa que muchos opinan desde un lugar emotivo sin tener experiencia ni conocimiento técnico. Humanizar a los animales es un error. Ellos desarrollan sus sentidos de manera diferente. Un animal pondera la seguridad, alimento y refugio, estar con su manada si es lo que necesita. No debe reducirse a la idea de libertad.

Fuente Redacción Z