Además de los despidos, los trabajadores reclaman que se les adeuda diez meses de sueldo a los representantes gremiales, que sufren suspensiones arbitrarias y que le niegan tareas al delegado sindical Juan Manuel Tejada. Por estos motivos decidieron no cobrar boletos a partir del 25 de junio.
Los trabajadores denuncian que el grupo DOTA -administrador de la línea 60- tiene «una política de hostigamiento hacia los trabajadores y el actual cuerpo de delegados». En total fueron tres los despedidos por persecución sindical: Lema, Siriscevic y Canullan. También denuncian que despidieron a Ariel Benitez por un accidente de tránsito.
DZ/ah
Fuente Redacción Z
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