48 dársenas de ascenso y descenso de pasajeros, una dársena para taxis, otra para líneas de colectivos, 55 boleterías y playas de estacionamiento con capacidad para más de 440 autos, Wi-Fi abierta, bares, restaurantes, una sala de primeros auxilios y una cómoda proximidad a la futura estación Lacarra de la línea E. Con todo eso cuenta la terminal Dellepiane para micros de media y larga distancia, que quedará inaugurada durante las vacaciones de invierno.
El proyecto tiene el objetivo de descomprimir la abarrotada estación de Retiro y revalorizar la comuna 8, que incluye a Villa Soldati, Villa Riachuelo y Villa Lugano. Según las proyecciones del gobierno porteño, el movimiento que genera la terminal le dará trabajo diario a unas 500 personas.
La terminal Dellepiane es también la primera íntegramente privada de la Argentina. En abril de 2014, el gobierno de la Ciudad logró el aval legislativo para encarar el proyecto, que fue una iniciativa de la empresa TEBA, la única que se presentó a la licitación de la nueva estación, y que explota la concesión de la terminal de ómnibus de Retiro desde 1993.
El modelo de negocio es inusual: en vez de concesionar el predio de casi 40 mil metros cuadrados, ubicado en la intersección de la Autopista Dellepiane y Lacarra, el gobierno se lo vendió a TEBA en cuotas a 18 años a través del sistema de leasing. Es decir, el gobierno financió la transferencia de tierras públicas a una empresa privada y ésta construyó la terminal, capaz de absorber el 40 por ciento del tráfico de ómnibus de Retiro y explotar otros negocios, como los alquileres de locales.
Cuando arrancó la construcción las denuncias no se hicieron esperar, pero sin mayores obstáculos, la inauguración de la terminal Dellepiane, a quienes algunos ya llaman «Retiro 2», es inminente.
Fuente Redacción Z
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