Benito Quinquela Martín, uno de los más célebres de los pintores porteños, solía decir que uno de sus sueños incumplidos fue asfaltar de colores las calles de su barrio. Así, según sus palabras, “La Boca sería como una inmensa sonrisa junto al Riachuelo.” A poco tiempo de haber inaugurado el museo al aire libre “Caminito”, Quinquela se proponía seguir transformando el entorno urbano mediante intervenciones cromáticas.
El 1º de marzo Quinquela Martín hubiera cumplido 125 años. A modo de regalo y homenaje, el museo que lleva su nombre organizó una “ofrenda de colores”, convocando a los vecinos del barrio a participar en una “intervención cromática” de las veredas y la calzada de la Avenida Pedro de Mendoza, en el tramo correspondiente al frente del Museo de Bellas Artes de La Boca.
DZ/al
Fuente Redacción Z
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