Mitad argentino, mitad peruano, criado en Cuzco y vuelto a la Argentina en la adolescencia, Juan Palomino -quizás uno de los actores más reconocidos del país- prefiere definirse como latinoamericano y, de buen grado, hace un alto en el ensayo para hablar de sus proyectos y sus recientes estrenos. Por un lado, El abismo… todavía estamos, película que lo tiene como protagonista junto a Dalma Maradona y Agustina Posse. Trata sobre la apropiación de bebés durante la última dictadura. Simultáneamente, a principios de marzo, Palomino estrenó el documental Causas, una historia latinoamericana, que codirigió con Claudio Posse. El film se ocupa del aporte de la música afro a la cultura porteña: «No es un trabajo sociológico, es una pincelada. Nos propusimos mostrar las contradicciones que viven los afrodescendientes y también su aporte cultural, el que hacen, han hecho y van a hacer todos los inmigrantes», explica Juan.
Tanta actividad cinematográfica no alejó a Palomino del teatro. En el Cervantes subió a escena con Lo que mata es la humedad, dirigido por Alberto Cattan: «Es un sainete moderno, una especie de espejo para reflejarnos y ver cuánto hemos avanzado desde finales de 1975 hasta 2011. Viendo la obra te das cuenta de cuántos rasgos hemos podido limar, corregir y revertir», reflexiona Palomino que, por si no alcanzara, está pensando en volver con Pasiones en la historia argentina, una obra de Pacho O´Donnell con música del chamamecero Tarragó Ros: «Estamos con ganas de retomar, es un espectáculo muy lindo que habla de las pasiones de varios protagonistas de la historia: el Che y la revolución; San Martín y su hija; Rosas y su mujer; la Difunta Correa; Quiroga y su caballo, Ramírez y la Delfina, Evita y el pueblo», explica.
Palomino no sólo es actor: también es la voz cantante de Los Negros de Miércoles, un conjunto de ritmos afroperuanos con más de diez años de formación que dirige el gran percusionista Hubert Reyes: «En estos tiempos, cuando algunos medios de comunicación hacen hincapié en que los inmigrantes forman parte de bandas delictivas, son indocumentados que trafican droga, ocupan espacios públicos, chorean celulares o hacen tropelías en la calle, Los Negros -sin negar que eso existe- subrayan que no se trata de demonizar a todos. El grupo intenta equilibrar la balanza, es un aporte cultural que hacemos, porque si bien nací en la Argentina y me crié en Perú, básicamente soy latinoamericano. Queremos transmitir a los residentes de la Ciudad el acervo cultural afro de Perú», dice Palomino. Y es lo que logran a través de los sones, los festejos, el panalivio y las décimas que conforman los ritmos negros del Perú.
¿Cómo te alcanza el tiempo para tantas actividades?
Mirá hermano, tengo tres hijos y una mujer. He aprendido a elegir y a dosificar la energía, porque tiene que ver también con mis inquietudes. Ningún espacio es parecido al otro, la radio no tiene que ver con la televisión, el cine no tiene que ver con la radio ni la televisión ni el teatro, el espacio de música y la poesía no tiene nada que ver con los otros y la política, la militancia, quizás engloba todo lo demás. Intento ser coherente con mis convicciones, no sólo como ciudadano sino como padre como compañero, marido, amante, esposo. Y partiendo de ese núcleo, para afuera, todo.
¿Existe mucho prejuicio con los inmigrantes?
Uno no puede descontextualizar el prejuicio, que ahora es un poco menos. Mi militancia pasa por el lado de lo cultural, lo artístico, por eso me animo a dirigir un documental que banqué yo a nivel independiente. Además, integro un grupo musical, salimos de gira pero no me lleno de plata; esto no es rock, es mi lugar de militancia.
¿Y se va logrando el reconocimiento?
La mirada del residente frente al inmigrante está dada por lo que hace, por los hechos. Los medios a veces demonizan, no todos los argentinos que van a Europa son chantas. Por lo tanto ésas son mis pequeñas batallas a librar en esta corta vida. Estar dentro del grupo Los Negros de Miércoles es una gran alegría, porque es un espacio de independencia, de libertad y militancia.
¿Por qué el nombre del grupo?
Porque en Perú estaba Miércoles negro en la zona de Barrancos, y nos permite incluso jugar con esta cosa de «estos negros de mierda», con el tema de la discriminación.
¿Qué restaurante de comida peruana les recomendás a los lectores de Diario Z?
Yo voy a Status, en Congreso, cuando quiero festejar algo, ahí nacieron Los Negros de Miércoles», en la parte de abajo donde ahora hay un depósito.
DZ/km
Fuente Redacción Z
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