Se largó la inscripción on line. Envuelta en polémicas e incertidumbres desde su origen, y luego de varios arreglos sobre la marcha, según datos oficiales la innovación introducida por el Ministerio de Educación porteño lleva inscriptos en cuatro días casi la mitad de la matrícula prevista para las escuelas públicas de la Ciudad. Sus resultados más inmediatos se develarán recién el 9 de diciembre, fecha estipulada para dar a conocer la asignación definitiva de vacantes. Para medir su impacto en políticas de gestión, habrá que esperar más.
Según el Gobierno, el nuevo sistema le permitirá mejorar la planificación y construir más escuelas. Los sindicatos docentes, en cambio, sostienen que con la inscripción on line se afirma una política privatista y se despersonaliza el vínculo de la familia con la escuela.
Cómo funciona
El sistema de inscripciones en línea vio la luz apenas un mes antes de su puesta en vigencia. El 8 de octubre, el ministro de Educación Esteban Bullrich estampó su firma en la resolución que ordena su creación. Los considerando hablan de que la digitalización dará “mayor celeridad, dinamismo y economía a los trámites burocráticos” y a la “producción de datos precisos y articulados sobre todos los aspectos de la gestión” educativa.
Lo cierto es que la inscripción puede hacerse de dos maneras: por Internet, ingresando a la página del Gobierno de la Ciudad, o telefónicamente, marcando 147 (la misma central que se utiliza para reclamar por el mal funcionamiento de un semáforo o para pedir un volquete a domicilio) o 0800-999-2727, para quienes viven fuera de la Capital. Sobre la marcha, el ministerio también habilitó el número 4789-3470, tanto para realizar el trámite como para ofrecer orientación (aunque algunos operadores, hermanos latinoamericanos situados quién sabe en qué punto del planeta, parecían más despistados que los atribulados padres).
Durante las primeras horas de funcionamiento, el sistema colapsó, pero luego se fue normalizando.
El plazo para la inscripción se extiende hasta el 22 de noviembre inclusive y abarca a todos los que se inscriben por primera vez en una escuela pública, en cualquiera de sus niveles. Esto comprende jardín de infantes, escuela primaria, colegio secundario, institutos terciarios y hasta los programas para adultos y adolescentes que deseen terminar el primario o secundario. También deben hacerlo quienes vienen de escuelas públicas de otras jurisdicciones, quienes se pasen al sistema estatal desde instituciones privadas –de la Ciudad o de otros distritos– y aquellos alumnos que estén pasando de nivel (por ejemplo, de la primaria al secundario).
Para la inscripción a través de la web, es requisito contar con dirección de correo electrónico. El sistema solicitará, primero, los datos del “aspirante” (alumno), incluido a qué sistema de salud recurre, si presenta alguna enfermedad diagnosticada y el tipo de espacio donde convive con su familia (vivienda propia, alquilada, hotel familiar, situación de calle o villa, son algunas opciones).
Luego, se inscriben los datos del o de los adultos responsables, estableciendo un orden de prioridad –sin embargo, por motivos desconocidos, el sistema prefiere a los padres antes que a las madres.
Finalmente se selecciona la escuela, colegio o instituto preferidos. Están disponibles todas las instituciones educativas públicas de la Ciudad. El sistema permite elegir hasta un máximo de ocho y establecer el orden de preferencia. Es importante tener en cuenta que el sistema no ofrece automáticamente las alternativas y que debe ingresarlas el usuario.
Luego de cargar los datos, el sistema dará por finalizada la inscripción, pero el trámite no está concluido. Todavía será necesario alcanzar (en papel) la documentación al establecimiento elegido como prioridad (el sistema indica qué hay que llevar).
La certeza de la asignación de la vacante recién llegará el 9 de diciembre, por correo electrónico, teléfono o a través de los listados que se exhibirán en las escuelas. No hay garantías de que la institución seleccionada en primer término sea la definitiva, aunque los voceros del ministerio deslizan que así será. Eso sí, en los papeles garantizan el ingreso directo de los alumnos que hayan cursado inicial o primaria en escuelas o colegios donde se dicten dos niveles, de aquellos que tengan hermanos o hermanas que cursen en el mismo edificio educativo en el que se inscribieron y los hijos del personal de la institución.
Los cuestionamientos
Los dos principales sindicatos docentes de la Ciudad se pronunciaron en contra del nuevo sistema. En el caso de la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE), su secretario general, Eduardo López, promovió la presentación de un amparo junto al defensor general de la Ciudad, Mario Kestelboim, y un grupo de madres. La abogada patrocinante fue la defensora oficial Cecilia González de los Santos. Allí protestaban contra la imposición inconsulta y repentina del nuevo sistema y por la falta de capacitación del personal de las escuelas. Solicitaban, finalmente, que se suspendiera la inscripción informática hasta que estuviera salvaguardado el derecho de los padres a decidir la educación de sus hijos.
La demanda cayó en el juzgado a cargo de Osvaldo Otheguy. El juez requirió al ministerio a cargo de Bullrich que brindara precisiones en un plazo perentorio de dos días. Finalmente, Otheguy desestimó la acción de amparo. Sin embargo, la defensora González de los Santos consideró que, dentro del rechazo, la presentación había reunido algunos logros. “Al momento de contestar la demanda, el gobierno subsanó varias de las cuestiones que motivaron la acción. Concretamente, que se van a respetar las inscripciones que se hicieron a través de método tradicional, que pondría bocas de inscripción presencial para las poblaciones más vulnerables y que se respetarán los exámenes rendidos. El hecho de que la capacitación se haya realizado entre el domingo y el lunes pasado indica claramente que se hizo gracias al inicio de la acción”.
La abogada adelantó que apelará el dictamen sobre cuestiones que el juez omitió resolver. Por su parte, UTEexpresó que continuará “defendiendo el vínculo familia-escuela”. “Continuaremos con nuestra campaña de promoción de la escuela pública para que la comunidad pueda optar por ella pese a los obstáculos que pone el gobierno de Mauricio Macri”, declaró Eduardo López.
Para Adriana Puiggrós, ex ministra de Educación bonaerense y actual diputada por el Frente para la Victoria, la inscripción on line “es una barbaridad, innecesaria dentro de la Ciudad. La única razón es sacarse de encima la inscripción y reducir la matrícula”, aseguró en diálogo con Diario Z. Para Puiggrós, “el primer contacto con la escuela se graba en el ADNdel alumno, no se puede mandar a Internet ese vínculo”. Y asegura que el sistema genera incertidumbre, “eso desalienta la inscripción en la escuela pública”. Al secretario general de UTE“no lo asombra” que el gobierno de Mauricio Macri “atente contra la matrícula de la escuela pública” porque, según sostuvo, el jefe de Gobierno “intentó cerrar más de doscientos grados y sistemáticamente disminuye la inversión en educación en relación con el presupuesto total”.
Consultado por Diario Z, su par de la dirección de Ademys, Carlos Oroz, vaticinó que “los datos que van a recoger de este modo van a confirmar algo que ya conocen, que es el déficit estructural de escuelas que hay en la zona sur de la Ciudad”.
“Colegios como el Vieytes y el Nicolás Avellaneda recibían muchos de esos alumnos a través de los centros de reubicación, que ahora dejaron de funcionar. A partir de este cambio, es muy probable que esos colegios queden con pocos inscriptos, porque ambos se encuentran ubicados en barrios –Caballito y Palermo, respectivamente– con alta concentración de escuelas privadas. En definitiva, el sistema le va a dar al Gobierno nuevas herramientas para manipular la matrícula y cerrar cursos”.
La polémica está encendida y se integra al largo historial de confrontaciones que acumulan el oficialismo de la Ciudad, los sindicatos docentes y los centros de estudiantes.
Fuente Redacción Z
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