Como consecuencia de los disturbios hubo, al menos, 100 detenidos y una serie de destrozos que se registraron en la zona delimitada por la Avenida Corrientes, Cerrito, Carlos Pellegrini, Lavalle y Suipacha, y también se registaron saqueos en varios locales comerciales de la zona de la peatonal Florida.
Hubo botellazos, piedras, gases y corridas en Corrientes y 9 de Julio con un saldo de 22 heridos, 15 de ellos uniformados.
Los efectivos policiales usaron camiones hidrantes y gases lacrimógenos para dispersar al grupo de violentos, mientras que aquellos hinchas que realmente habían ido a celebrar entre ellos chicos, adolescentes y familias enteras, tuvieron que escapar rápidamente del lugar.
Asimismo, los manifestantes arrojaron botellas, piedras y todo elemento contundente que hallaban a s paso contra los efectivos y provocaron destrozos contra locales, el más perjudicado fue un local de comidas rápidas.
Con relación a los incidentes, los gobiernos de Nación y Ciudad se cruzaron responsabilidades, sobre todo con relación al accionar de las fuerzas de seguridad. El gobierno porteño aseguró que el operativo estaba a cargo de la Policía Federal, mientras que el secretario de Seguridad, Sergio Berni, afirmó que era la Policía Metropolitana la que debería haber actuado.
Por su lado, el fiscal general de la Ciudad, Martín Ocampo, expresó en declaraciones radiales que «se puede llevar a juicio por daños» a los detenidos y que «hay que evaluar a filmación de los canales de televisión, de las cámaras de seguridad». «Vamos a requerir que las fuerzas policiales colaboren con la identificación. La información que tenemos es la misma que aparece en los medios de comunicación. A los menores se les aplica el principio de la ley para ellos. Lo más complicado es identificar a las personas. Vamos a tratar de que se aplique la ley», agregó.
Más allá de los incidentes, miles de hinchas supieron conformarse este domingo con la obtención del subcampeonato en el Mundial y salieron a celebrarlo en las calles. Los epicentros fueron la ciudad de Buenos Aires, en la zona del Obelisco, y Rosario, donde miles se volcaron hacia el Monumento a la Bandera una vez finalizado el encuentro entre la Argentina y Alemania.
Una de las zonas más concurridas para mirar el partido fue la Plaza San Martín, que colapsó su capacidad para albergar gente y muchos se tuvieron se subir a farolas y árboles para seguir el encuentro en las pantallas gigantes instaladas por el Gobierno de la Ciudad.
DZ/sc pt
Fuente Redacción Z
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