Debido a los incidentes, que se sumaron a los registrados ayer, la compañía a cargo de las operaciones, Metrovías, anunció que reforzarán la seguridad en las estaciones.
El primer percance sucedió en plena hora pico, a las 9.10, cuando un pasajero padeció una descompensación de salud en la estación Callao. El servicio se reinició a las 9.40, aunque hubo importantes demoras que ocasionaron que los pasajeros reaccionaran molestos y rompieran el vidrio de una boletería en Malabia.
Precisamente, en esta estación, Malabia, una mujer se suicidó arrojándose a las vías y por ello desde las 11 los trenes permanecían sin circular a lo largo del circuito, por segunda vez en la mañana, por lo que pasadas las 12 había una paralización total del ramal que cubre el recorrido Leandro N. Alem-Juan Manuel de Rosas.
Con relación a los incidentes de ayer, donde una formación se detuvo por problemas técnicos, los trabajadores del subterráneo evalúan medidas y adelantaron que no sacarán al servicio aquellas formaciones que presenten fallas, ante lo que consideran un intento del gobierno de la ciudad de responsabilizarlos de lo que sucede en la línea B.
El secretario adjunto de la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y del Premetro (AGTSyP), Néstor Segovia, afirmó que «ante las reiteradas fallas técnicas que nosotros advertimos, no vamos a caer en la trampa de culpar a los pasajeros por su reacción cuando la Ciudad es la responsable».
Además, sostuvo que el gobierno de la Ciudad «está preparando una encuesta en la que se adjudican los problemas del subte a los trabajadores» y denunció que «no existe un plan de evacuación adecuado» para casos como el de ayer por la mañana.
Una formación de la línea B que se dirigía a la estación Rosas sufrió ayer inconvenientes técnicos cuando salía de Pasteur, por lo que los pasajeros debieron ser evacuados por los túneles, lo que generó la descompostura y crisis de nervios en algunos de ellos.
En tanto, mientras se implementaba un servicio corto entre Medrano y Rosas, al llegar una formación a la estación Medrano, los pasajeros primero se negaron a bajarse y luego, enardecidos, atacaron la boletería y causaron algunos destrozos que generaron una crisis de nervios en los empleados del sector.
Segovia destacó que realizarán la semana próxima una conferencia de prensa para «repudiar la actitud del gobierno de la Ciudad de querer responsabilizar a los trabajadores por estos hechos».
Manifestó además que evalúan «otras medidas», al tiempo que «no sacarán a servicio aquellas formaciones que consideren que pueden presentar problemas».
En el marco de un plenario que reunió a todos los delegados de las líneas, Segovia recordó que antes que se inauguren las nuevas estaciones «advertimos sobre las fallas técnicas que presentaban las formaciones».
«Sabemos que el gobierno de la Ciudad está preparando una encuesta en la que se adjudican los problemas del subte a los trabajadores y eso no lo vamos a permitir» dijo Segovia y añadió: «la evacuación de los pasajeros por los túneles fue terrible, ya que no existe un plan de evacuación adecuado para estos casos».
Tras los incidentes en la línea B, una delegada consideró que el servicio que se presta «es cada vez peor» y denunció que esa línea «tiene siete formaciones menos de las que debe tener en las horas pico».
La trabajadora, que se identificó como Natalia Lallana, denunció «al gobierno porteño y a la empresa por hacer recaer la deficiencia del servicio en los trabajadores».
A raíz de los incidentes, «la cajera Claudia Ayala se llenó de astillas, sufrió un shock nervioso y fue atendida por los médicos».
Lallana reflexionó que «el problema fue la mala interpretación de la situación. La gente está cansada de viajar mal y nadie se hace cargo, ni Macri ni la empresa».
«Esto mismo ya lo vivimos durante las agresiones del 22 de agosto, todavía tenemos compañeros con baja médica», recordó.
Fuente Redacción Z
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