A seis días de su desaparición, hallaron asesinada a Anahí Benítez en una reserva de Lomas de Zamora.
Este sábado a partir de las 15, sus compañeros del ENAM de Banfield convocaron a una marcha desde Avenida de mayo y 9 de Julio al Congreso. Los acompañaron muchos jóvenes y organizaciones de mujeres que pedían . Justicia para Anahí y la aparición de Nadia Rojas, a veces entre zollozos. «Si el Estado hubiera escuchado cuando le dijimos ‘estan desapareciendo a las chicas aca’ quizás hoy no estaríamos pidiendo justicia por Anahí» dice una compañera del colegio.
Por el asesinato está detenido Leonardo Agostino, un docente de matemática de 40 años que fue profesor de la adolescente de 16 años durante todo 2015.
El cadáver de la jovencita, desnudo con lesiones cortantes y contusas en el rostro y el resto de la cabeza, fue hallado este mediodía en ese predio de 730 hectáreas que la Policía rastrillaba desde ayer con perros adiestrados en busca de Anahí (16), ya que esa zona fue donde se activó la antena de su celular el día que fue vista por última vez.
El viernes por la noche se allanaron cerca de 30 viviendas de los alrededores de la Reserva de Santa Catalina para encontrar el lugar donde habría estado Anahí.
«Tu luz no se apagará nunca. Te amé, te amo y te amaré siempre» fue el mensaje de despedida de su madre en Facebook terminaba con estas palabras.
La foto es de Juan Días, que la colgó en FB con el siguiente texto:
11 h ·
Escribo estas lineas, simplemente, para ordenar un poco el desorden de sensaciones que tengo adentro.
Hace unos días vi su foto en los medios y empecé a buscar rápidamente en la carpeta de fotos de Mayo. Resultó que había retratado a Anahí y tenía muy patente el momento. Ese día la vi por primera y única vez. No llegué a conocerla, pero recuerdo este momento como si fuera hoy.
Era 19 de Mayo. Dos días antes, oficiales de la Policía Bonaerense habían ingresado de forma ilegal al ENAM para arrestar a dos jóvenes por «presunto delito y portación de arma». Ella pasó caminando con su cartel y yo saqué la foto. En ningún momento hablé con ella, pero pude ver en sus ojos sus ganas de transformar la realidad en algo mejor.
Ese día se sentía la euforia juvenil en la marcha. Cantos, gritos, quilombo. Esa hermosa sensación de llevarse el mundo por delante, de soñar en cambiarlo. Se respiraba mucha unión y lucha. Ella estaba ahí, entre todos, acompañando con una postura y una mirada muy dulce, tímida. Transmitía mucha paz, mucho amor.
No quise difundir esta foto antes por respeto, y tampoco estoy seguro de compartirla ahora. Solamente se las había hecho llegar a sus padres en caso de que sirviera en la difusión de su búsqueda.
Hoy, ese mundo mejor no llegó. No me quedan más palabras, ni entiendo nada, solo quedan lagrimas y un gran nudo en el estómago.
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