Fue uno de los cinco impulsores –junto a Carlos Garaycochea, Quino, Mordillo y Hermenegildo Sábat– del Museo del Humor, que aloja la ex cervecería La Munich. Ahora es homenajeado en esta muestra inaugurada el 28 de setiembre, a seis meses exactos de su muerte.
Larguirucho, Calculín y otros geniales personajes creados por Manuel García Ferré se reparten en las dos salas que ocupa la muestra. En ellas, cuadros y vitrinas albergan tesoros prolijamente elegidos: originales de sus dibujos, tiras, tapas de sus revistas y enciclopedias, obsequios que acompañaban los ejemplares –caretas de los personajes, pinturitas, acuarelas, juegos de mesa– colecciones, muñecos a imagen y semejanza, tanto para la gráfica como el cine y la TV. Al pie de la escalera caracol, un enorme Anteojito vigila que todo esté en orden.
Creador incanzable, innovador absoluto en materia de merchandising y un artesano sublime en cuanto a la animación de sus criaturas, García Ferré nació en Almería (España) el 8 de octubre de 1929. El mismo día, pero de 1964, debutaría la Revista Anteojito, que saldría ininterrumpidamente por 37 años. En 1967, estrenó Las aventuras de Hijitus, quizás su creación más recordada. Fue la primera serie de dibujos animados del país, y la más exitosa de América Latina. En el cine, batió records de público con Mil intentos y un invento (1972, reestrenada en 2001), Ico, el caballito valiente (1981) y Manuelita la Tortuga (1999), entre otros. “Pelusa” Suero, el portentoso responsable de las voces de personajes como Larguirucho, Pucho y el Profesor Neurus, dice que García Ferré era como un director de orquesta. “Llegó a dirigir a una legión de 90 dibujantes. Y él sabía mover la batuta para el lado que valía la pena”.
En el Museo del Humor (MuHu) Avenida de los Italianos 851. Lunes a viernes de 11 a 18. Sábados, domingos y feriados de 10 a 20. Entrada: $10. Lunes a miércoles gratis.
Fuente Redacción Z
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