Ha sido un semestre futbolístico casi insólito. Con los problemas de siempre, signado por la muerte de Julio Grondona y por la decisión de aprobar contra viento y marea el nuevo engendro con treinta equipos y sin un estudio serio.

Lo increíble de la temporada fueron los resultados deportivos. San Lorenzo logró el objetivo que buscó desde hace cuatro décadas: la Copa Libertadores. En estos días buscará la consagración final en el lejano Marruecos, soñando con la quimera de vencer al ultrapoderoso Real Madrid en una final continental.

Huracán se quedó con la Copa Argentina, tras ganarle por penales la final a un descolorido Rosario Central que echó a su técnico, Miguel Russo, por esa razón. El Globo logró, además, clasificarse para jugar la primera fase de la Copa Libertadores, tras 41 años de ausencia.

Racing ganó el Torneo de Transición, tras una levantada espectacular que lo llevó a ganar diez de los últimos doce partidos y superar la línea de River, que debió decidirse por uno de los campeonatos que disputaba. Racing cerró su propio arco y logró vencer en el partido clave ante el propio River, cuando el entrenador Gallardo prefirió cuidar jugadores pensando en la semifinal de la Copa Sudamericana ante Boca.

Racing aprovechó el día indicado y lo sostuvo con convicción, varios jugadores de gran nivel (Saja, Lollo, Videla, Milito y Bou) para lograr lo que quería desde 2001 cuando con un equipo más deslucido y timorato, obtuvo con lo justo el título frente al poderoso River de entonces.

Lo insólito de este semestre fue justamente, que tres de los cuadros históricos que mucho han sufrido en el último tiempo, pudieron gritar sus títulos: San Lorenzo, Huracán y Racing.

Además, River obtuvo la Copa Sudamericana y para su gente, que contó con un fervoroso apoyo de los medios gráficos y audiovisuales queriendo dimensionar la Copa como si fuera más valiosa de lo que realmente es, la eliminación de Boca fue casi más importante que el título logrado ante Nacional de Medellín.

River terminó invicto y mostró buen fútbol y la consolidación de un estilo que implantó Gallardo en muy poco tiempo y con grandes resultados. Fue el mejor cuadro argentino de la temporada y esta afirmación casi no tiene gente que la cuestione.

Se ha producido el regreso masivo de aquellos equipos con muchos seguidores a la zona de los títulos. San Lorenzo se quedó con su deseada Libertadores, River con la Sudamericana, Racing el torneo local, Huracán la Copa Argentina y de yapa, el regreso a Primera, la vuelta de Independiente a la máxima categoría y un buen cuarto puesto, sin festejos, rumiando desquite para 2015, Boca Juniors no ha conseguido nada. ¿La venganza será terrible?

 

DZ/nr

Fuente Redacción Z