Fuentes cercanas a la investigación de lo ocurrido la noche del viernes al sábado en la fiesta Time Warp, en Costa Salguero, comienza a encontrar datos que ponen en cuestión las afirmaciones de la Agencia Gubernamental Control.
1) La organización del Time Warp dice que hubo 10.900 asistentes. La Agencia de Control, a cargo de Matías Álvarez Dorrego, verificó ese número a las 3.15 de la mañana del sábado, cuando ya faltaba el agua y solo había a disposición un dispenser de 20 litros, aportado por la organización. Pero el asunto que nadie explica es por qué, una hora más tarde, los molinetes que daban paso a los asistentes terminó marcando el paso de 23 mil personas.
2) La habilitación, como se sabe, tuvo en cuenta el espacio, la cantidad de baños y la cantidad de gente. Y se aprobó un evento para 13 mil personas. La escasez de agua o directamente, la falta de ella a partir de cierta hora, está comprobada. Y alientan las sospechas sobre un negocio macabro. En este caso, las miradas se orientan hacia el ex abogado del Gordo Valor, el reciclado Víctor Stinfale, propietario de la franquicia de agua purificada Bock.
3) Que hay responsabilidad del gobierno de la Ciudad porque permitió que las entradas de la “fiesta” se vendieran desde febrero, cuando aún no estaba aprobada la habilitación del lugar donde se realizaría. También apuntan a la Agencia Gubernamental de Control por la posible existencia de una zona liberada para la venta de drogas.
Todo hace suponer que el fiscal de la causa busca un responsable en el gobierno de la Ciudad.
23.000 personas en la fiesta de la muerte autorizadas 13.000. X @radiomitre
— Alicia de Arteaga (@alicearte) April 19, 2016
Fuente Redacción Z
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