Sacaron el cajero automático de México y Jujuy (que la mitad de las veces no funcionaba, pero la otra mitad sí) y hay que caminar cuatro cuadras para encontrar uno. Eso hace falta: cajeros. Un estadio, no.

Containers. Hay muchos hoteles en el barrio, mucha casa recontraha­bitada, los fines de semana los con­tainers desbordan, les faltan las tapas, están rotos. Eso, lugar para poner la basura hace falta, o que la recojan más seguido. ¿Un estadio? Para nada.

Jardines maternales. ¿Quieren hacer algo por el barrio? Es zona de laburantes, pongan unos cuan­tos jardines buenos, para dejar a los chicos desde los 45 días calentitos y cuidados. Estatales, tendrían que ser, ya que los pondría el Gobierno. Digo, que no tengan ningún víncu­lo con ninguna iglesia. Eso vendría bien. Después vemos lo del estadio.

Un centro cultural. Ya que tie­nen lugar, miren qué lindo centro cultural se podría hacer. Donde den clases gratis, de música, de litera­tura, hasta oficios si quieren. Que llegue alguna muestra, alguna pe­lícula, teatro, esas cosas lindas que hay en Recoleta por ejemplo. Ahí se pueden hacer conciertos si les preocupaba el disfrute musical del barrio. Eso nos vendría bárbaro. El estadio… dejémoslo para otra vez.

No se si se acuerdan de que a unas cuadras, cruzando San Juan, hay un polideportivo, el Martín Fie­rro. Legalmente es otro barrio, pero lo usamos, porque es el único. Les comento: no da abasto. Eso estaría buenísimo: un polideportivo, con canchas, pileta, gimnasio; un lugar de encuentro. Y vamos estudiando lo del estadio, ¿dale?

En el barrio hace falta un lugar para que duerma, para que coma, para que se bañe la gente que vive en zaguanes; están en todas partes, están muy mal, ¿los vieron? Hacen falta juegos menos miserables en la plaza de Jujuy y México, a dos cua­dras de donde quieren poner el esta­dio: el año pasado se cayó un árbol sobre un arco de fútbol y ahí estuvo seis meses hasta que el árbol se pu­drió; el arco, destrozado. Hace falta un semáforo en Chile y Pasco, un día se va a matar alguien; hace falta una rampa para discapacitados en Ma­theu e Independencia… ¿sigo?

A Balvanera le hacen falta mu­chas cosas. Las imprescindibles y también las lindas, las que nos ha­rían la vida un poco mejor. ¿Un ele­fante cerrado que de día sea la nada y de noche un rectángulo de oscu­ridad y soledad? No, gracias. Y por favor dejen de decirle “arena”, que esto no es Miami y parece que nos están tomando el pelo.

DZ/rg

Fuente Redacción Z