Será el quinto incremento del año y las prepagas acumularán un ajuste del 40,8% en 2018, por lo que serán uno de los servicios que se acercarán más a la inflación anual.
La autorización será publicada en el Boletín Oficial en los próximos días y se anuncia ahora para que las empresas del sector puedan informar a sus afiliados con al menos treinta días de anticipación a su vigencia. Los anteriores cuatro aumentos fueron de 4% en febrero, 7,5% en junio, otro 7,5% en agosto y 8% en octubre pasados.
Según se argumentó, la nueva suba se explica por mayores costos médicos en base a un dólar de $38, la inflación del año que se proyecta a casi 50% y los aumentos salariales del 27,5% en cinco cuotas acordados con el gremio, con cláusula gatillo.
No obstante, en las prepagas advierten que estos incrementos resultan insuficientes por la modificación de las variables económicas, salariales, financieras y cambiarias.
Autoridades del sector sostienen que incluso con el aumento de diciembre, tendrían un desfasaje de no menos de 10 puntos.
La medicina prepaga alcanza a seis millones de beneficiarios, de los cuales 1,2 millón son voluntarios. Por la caída de los ingresos, Héctor Magonza, director de Cemic y presidente de Asociación Civil de Actividades Médicas Integradas (Acami), advirtió que en medio de la crisis muchos afiliados se pasan a planes más económicos o básicos, y menos gente adhiere a la medicina prepaga.
Por los aumentos, la cantidad de afiliados es la más baja desde 2015. Según la Dirección de Estadísticas porteña, en el primer trimestre tocó un piso del 6,1%. El costo de la medicina privada creció un 20 por ciento más que los salarios privados.
Un plan básico para una familia tipo costaba cerca de 5000 pesos en julio de 2015. En paralelo, un trabajador del sector privado ganaba entonces un promedio de $ 14.500, según datos del Ministerio de Trabajo. Si ambos adultos trabajaban, sumaban $ 29 mil. Esto significa que debían destinar un 16,9% del salario a la cuota de la prepaga.
En julio de 2018, el mismo plan oscilaba en $ 12.300, mientras que el salario de un privado promedio era de $ 30.642 (último dato disponible), que multiplicado por dos resulta en $ 61.284. La familia pasó a destinar un 20,1% del salario a la prepaga; es decir, el costo de la medicina privada creció un 20% más que los salarios privados promedio.
Fuente: Bae
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