La Ciudad tiene dieciséis polideportivos. En ellos, los vecinos pueden practicar deportes, disfrutar de actividades al aire libre y zambullirse en la pileta en el verano por una entrada barata. Muchos cuentan con canchas de tenis, fútbol, vóley, hockey, pistas de atletismo, básquet, sóftbol, pistas de ciclismo y hasta campos de golf. Fueron creados para que la gente pudiera practicar deportes y tuviera un día de esparcimiento en instalaciones gratuitas.
Si bien la oferta para practicar deportes y hobbies –como el aeromodelismo– es extensa, las malas condiciones en las que se encuentran las instalaciones de uso público, divide a los vecinos entre los que pueden pagar un alquiler en un área concesionada con canchas bien mantenidas dentro de los polideportivos y los que deben jugar en canchas rajadas, sin arcos, ni redes.
Según un relevamiento hecho por la Subsecretaría de Deportes de la Defensoría del Pueblo, muchos polideportivos tienen problemas de infraestructura en las zonas de uso común que ponen en riesgo la seguridad de los usuarios. En ninguno hay atención médica y en muy pocos se pueden encontrar carteles indicadores de evacuación y equipos extintores de incendio. Generalmente los cercos perimetrales están rotos y tienen puntas de alambre corroídas peligrosas para los visitantes. Otro problema habitual son las pésimas condiciones de los sanitarios y la falta de baños para personas con discapacidad. Diario Z consultó al subsecretario de Deportes, Francisco Irarrazával, de quien dependen los polideportivos, pero el funcionario no quiso responder las preguntas.
El informe de la Defensoría señala que el Parque Sarmiento y el Parque Roca –los dos polideportivos más grandes– son los polideportivos más deteriorados. La mayoría de las actividades deportivas que ofrece el Parque Sarmiento están concesionadas, hay que pagar $160 por una hora en una cancha de tenis de polvo de ladrillo a la empresa que regentea Omar Carminatti. Para usar las nuevas canchas cubiertas hay que pagar casi $200, allí entrenan las nuevas figuras del tenis y se realizan torneos pagos. Lejos quedó el recuerdo de algunos vecinos que disfrutaban de la cancha a $5 la hora antes que la administración de Macri privatizara las diez canchas de cemento y las tres de polvo de ladrillo.
Unas 7 hectáreas de las 70 que tiene el parque fueron licitadas para construir el Molina Golf Range donde hay que pagar $100 por un canasto de un centenar de pelotas y las clases de golf cuestan $200 la hora. En 2011, el subsecretario de Deporte porteño, Francisco Irarrazával, defendió la construcción del campo de golf argumentando que allí se iba a practicar “golf social”. Sin embargo la empresa no ofrece ninguna alternativa no arancelada.
Cabe destacar que el Gobierno eligió construir los reservorios de agua de lluvia –obras de mitigación de las inundaciones– en el área del parque que está abierta al uso del público general. Para excavar las ocho hectáreas que ocupan los casi finalizados reservorios se anularon doce canchas de césped de fútbol 11 gratuitas y un estacionamiento cercano a la calle Andonaegui. Esa zona del parque es muy utilizada por las familias durante los fines de semana para hacer asado y disfrutar de las únicas canchas gratuitas que quedaron, son canchas de cemento de basquet y fútbol 5 que presentan rajaduras y les faltan arcos y redes.
Diario Z recorrió el parque Sarmiento y encontró que las dos pistas de ciclismo concesionadas estaban cerradas. Tampoco se podía acceder a la pista de skate, patinaje y la cancha de sófbol. En la entrada de Andonaegui se podía observar que alrededor de las parrillas derruidas había basura tirada y un contenedor repleto de basura rodeado de moscas. A los sanitarios les faltaba grifería, sin botones de descarga de los inodoros y algunos estaban inundados.
Al lado de los reservorios, un equipo de soldadores estaba colocando una reja perimetral alrededor de los pozos. “Recién colocamos unos 10 metros de valla, no sabemos cuándo vamos a terminar porque tenemos que cubrir las ocho hectáreas”, le dijo a Diario Z uno de los trabajadores encargados del enrejado. En los reservorios se podía observar a adolescentes que se encontraban dentro de las excavaciones. “Venimos cuando tenemos hora libre a jugar a la pelota o pasar el rato”, contó Johnny, que concurre al secundario Dulcísimo Nombre de Jesús. “Nuestra mayor preocupación es la falta de seguridad que hay en el parque. Las máquinas trabajan a pocos metros de los usuarios sin los vallados correspondientes”, aseguró Marcelo Achile, subsecretario de Deportes de la Defensoría del Pueblo.
Durante el calendario escolar, colegios públicos y privados utilizan el polideportivo para sus clases de gimnasia y en el verano la Subsecretaría de Deportes organiza cuatro colonias de vacaciones en el parque, una de ellas para menores con discapacidad mental. Este año concurrieron al Sarmiento 4.000 chicos por día que convivieron con las excavadoras y camiones mientras se realizaban los grandes pozos. En enero de 2015 posiblemente se vuelva a repetir la misma situación porque una parte de los reservorios todavía está en construcción.
Una inspección de las colonias de vacaciones 2014 en el Parque Sarmiento, hecha por la Defensoría del Pueblo, denunció la peligrosidad de las obras que se llevaban adelante cerca de los niños sin que mediara un cerco de seguridad. Además se detectó la falta de control del estado del agua en el natatorio, basura, vidrios rotos, botellas de bebidas alcohólicas desperdigadas por el predio entre los pastizales. Así como también alambres caídos, mamposterías desprendidas y por desprenderse, y metales en estado de oxidación al alcance de los niños.
Tenis sí parrillas no
Del otro lado de la ciudad, el Parque Roca, ubicado en el barrio de Villa Soldati, se encuentra en un estado similar. Sus 120 hectáreas originales fueron dividas para construir diferentes emprendimientos. El más importante es el estadio Roca, que fue inaugurado en 2006 como un espacio multipropósito, y puede albergar a cerca de 15.000 espectadores. Actualmente se encuentra cerrado porque le están colocando un techo retráctil que será usado durante los Juegos Olímpicos de la Juventud 2018.
En 2012 el gobierno porteño entregó 37 hectáreas del parque por 30 años a la Federación de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (Fadeeac). Allí se está construyendo un Centro de Transferencia de Cargas (CTC) que concentrará la descarga de 7.000 camiones de gran porte que llegan a la ciudad.
El polideportivo Roca tiene canchas de tenis, fútbol, básquet, sóftbol, vóley, pista de atletismo y pileta. También un espacio para practicar aeromodelismo, tiro al arco y un sector de parrillas. Hay escuelas de sóftbol y de tenis. Un caso llamativo es que las nuevas canchas de tenis que se hicieron en el estadio Roca están manejadas por la Academia de Tenis de José Luis Clerc. En su página web, la academia publicita la práctica deportiva de alto rendimiento, torneos empresariales y un proyecto sociocultural que promueve la integración de niños y adolescentes, a través de distintos deportes, con el objetivo de atender a los barrios periféricos del sur. Las canchas de polvo de ladrillo se pueden alquilar durante el día a $100 la hora y por la noche a $130.
El jueves 20 de noviembre, Diario Z encontró el Parque Roca cerrado. Un agente de seguridad informó que, como estaba previsto un evento, no estaba permitida la entrada del público general. Ni los empleados del parque, ni la oficina de prensa de la Subsecretaría de Deportes explicaron qué tipo de actividad se organizó en el polideportivo para prohibir el acceso a todos los vecinos.
El relevamiento de la Subsecretaría de Deportes de la Defensoría del Pueblo denunció que en los espacios destinados a la práctica deportiva hay rajaduras y desniveles. Por ejemplo, en la pista de patín se observan grietas y la falta de diversos elementos que la conforman. El informe también registra que en el sector de juegos hay varios a los que les faltan tantos accesorios que son inutilizables. A los sanitarios también les falta grifería, canillas y botones de accionamiento de inodoros. Diversos artefactos están rotos al punto de que no se pueden usar. No se encontró un baño apto para personas con movilidad reducida, de acuerdo a lo dispuesto en la ley 962. Las parrillas están rotas, en un estado de franco abandono.
“Es notable el contraste entre lo deteriorado que se encuentra el espacio de uso público del parque y las instalaciones del estadio Roca que maneja la Corporación Buenos Aires Sur donde las canchas de tenis y los vestuarios son de primer nivel”, declaró Achile. Y agregó “la diferencia de infraestructura entre las actividades gratuitas y las concesionadas son las que irritan a los vecinos. Es el mismo Gobierno el que crea la desigualdad”.
Durante el verano, el gobierno organiza en el Roca colonias de vacaciones a las que asisten unos 3.000 niños diariamente. La inspección llevada a cabo por la Defensoría del Pueblo en enero pasado mostró falta de higiene, terrenos en mal estado y ausencia de elementos de seguridad, infraestructura derruida y baños precarios. El estado de las colonias contrastaba, según la Defensoría, con el programa Buenos Aires Playa que tiene un buen espacio en el mismo parque. Buenos Aires Playa es una de las actividades más publicitadas en el verano por el jefe de Gobierno, Mauricio Macri. Son playas artificiales de arena provistas de sombrillas, reposeras, duchas. Allí se organizan distintas actividades deportivas para que las familias disfruten del sol y el aire libre. Además ofrece conexión gratuita a internet mediante una red de wi-fi.
El estado precario de los espacios públicos y gratuitos de los polideportivos evidencia la política del Gobierno de la Ciudad que favorece la concesión de las áreas rentables de los parques a empresas privadas y desalienta la práctica del deporte social.
DZ/vr
Fuente Redacción Z
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