Agustín Alezzo ya había estrenado dos obras del dramaturgo inglés Harold Pinter (La colección, en 2013 y El cuidador, en 2014). Pero la que estrenó ahora en El Camarín de las Musas, que completa la excepcional trilogía de ese autor, es superadora y uno de los hitos más destacables en la carrera teatral del maestro de actores. Se trata de El invernadero, una comedia de una inteligencia notable, al mejor estilo Monty Python, que transcurre en una institución cuya naturaleza no se devela, presuntamente dependiente del Estado, en la cual a los pacientes se los conoce sólo por un número. En vísperas de Navidad, el director y sus funcionarios más cercanos deben lidiar con la muerte de uno de los pacientes y el nacimiento de un bebé de padre desconocido.
Esos acontecimientos desbarajustan el pesado funcionamiento burocrático de la institución y dejan a la vista la indiferencia y el autoritarismo de un sistema rígido, vertical, pero que todos sospechan que está a punto de explotar.
Como en otros trabajos del director, lo más destacado de esta puesta son las actuaciones. Si Alezzo trabaja siempre con los mismos actores (Nicolás Dominici, Federico Tombetti y Sebastián Baracco son figurita repetida en sus espectáculos y actúan también aquí), es porque la confianza y conocimiento que tiene con ellos lo hace dar con sus gestos más notables.
En esta pieza, además, completan el elenco Edgardo Moreira, Georgina Rey, Bernando Forteza y Jorge Noya, que logran un gran trabajo y dan calidad a esta pieza.
Con gran habilidad, el director marcó una puesta minimalista en lo que refiere a la gestualidad de los rostros de los actores, que sin embargo es la justa para causar humor. Así, todos se destacan, logrando un trabajo mejor que el otro. Se lucen el diseño de iluminación a cargo de Félix “Chango” Monti, la escenografía y el vestuario de Marta Albertinazzi y el diseño sonoro de Mirko Mescia, que terminan de completar el sentido global del espectáculo.
Con un texto superlativo en el que brillan la inteligencia de los diálogos y el uso original del humor absurdo, la pieza es de lo más recomendable de la cartelera porteña. Sin duda, Alezzo es uno de los directores que mejor entiende a Pinter y también uno de los que más hizo por difundirlo en la escena local.
El invernadero. Viernes a las 22 y sábados a las 19. El Camarín de las Musas, Mario Bravo 960. Entradas $150. Reservas al 4862-0655.
Fuente Redacción Z
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