Afrancesado, cordial, meti­culoso al extremo. Apegado a su custodia ya que asegura temer por su vida, pero devoto confeso de la Virgen María. Estuvo en el ojo de la opinión pública cuando apareció filmado en las instala­ciones del prostíbulo masculino Spartakus, zafó del juicio políti­co y fue denostado por la opo­sición por haber sobreseído en una causa por enriquecimiento ilícito al matrimonio Kirchner.

Norberto Oyarbide es sin duda el juez más mediático de la Argentina. Nació en 1952 en la provincia de Entre Ríos y desde que comenzó a transitar los pa­sillos de Comodoro Py, falló en diversos casos y orientó investi­gaciones de fuerte repercusión pública, involucrando a altos funcionarios políticos de los go­biernos de Carlos Menem y Cris­tina Kirchner y cargando contra personajes como Domingo Cavallo, Armando Gostanian, Ricardo Jaime y Martín Redra­do. Fue también quien decidió prohibirle a Martínez de Hoz la salida del país y quien revocó la prisión domiciliaria al represor Jorge Videla.

El caso Skanska, la mafia de los medicamentos y el pe­dido de extradición de Estela Martínez de Perón fueron otras causas que hicieron que más de una vez, escudado tras sus an­teojos negros, se despertara con un enjambre de periodistas en la puerta de su casa. Comenzó trabajando de portero en una empresa de alarmas. Estudió abogacía, fue secretario, luego fiscal y en 1994 resultó nom­brado juez federal en la Ciudad de Buenos Aires durante el go­bierno de Carlos Menem. Ac­tualmente sigue la causa por el espionaje dentro del gobierno porteño, que apunta directa­mente contra Mauricio Macri.

 

Fuente Redacción Z