El auditor porteño Eduardo Epzteyn denunció que el Gobierno de la Ciudad vació la Unidad de Apoyo a la Comunidad Educativa (Udace), que depende del Mi­nisterio de Educación. Según explicó, en 2011 el ma­crismo ejecutó de los 15 millones de pesos presupues­tados sólo cinco millones, de los cuales casi cuatro se gastaron en personal y el resto en contratos. A partir del 10 de diciembre, la unidad dejó de funcionar.

El programa se concibió para brindar asistencia y apoyo a las unidades educativas de todos los nive­les y modalidades ante situaciones de crisis. Frente a necesidades concretas, alivianaba trámites lentos y burocráticos, por ejemplo si a una escuela le faltaba gas o tenía problemas de infraestructura que hubiera que resolver con urgencia. La unidad estaba encabe­zada por el actual director general de Educación Es­tatal, Maximiliano Gulmanelli, el que firmó la polémi­ca resolución que disponía el cierre de grados.

UTE dijo a Diario Z que en 2011 la unidad fun­cionó en la práctica sólo hasta las elecciones porte­ñas. Aseguran que después de los comicios dejó de desempeñar su tarea. El secretario general del sin­dicato, Eduardo López, consideró que «Macri tiene un profundo desprecio por la escuela pública y cual­quier programa de apoyo estatal a ésta sólo se aplica durante épocas de campaña electoral» y agregó que «el gobierno porteño dice que esta unidad fue ab­sorbida por la Subsecretaría de Inclusión Escolar, ha­bría que avisarle a su titular, Soledad Acuña, porque hasta ahora sólo se dedicó a sacarles la comida a los chicos de Puentes Escolares».

DZ/km

Fuente Redacción Z