Malware, troyanos, cookies, phishing. Las palabras complejas asustan. Internet, ese repositorio inagotable de información, tiene también su lado peligroso: programas y personas maliciosas que aprovechan descuidos y “puertas traseras abiertas” de los usuarios de la red para hacerse de contraseñas y datos personales. En otras ocasiones, uno se convierte en su propio enemigo, al subir datos, imágenes y videos de forma pública de los cuales nos podemos arrepentir. En este último caso, la solución es no publicar aquello que pueda afectar nuestra reputación o nuestra seguridad hoy o en el futuro. Para evitar amenazas externas, en cambio, este decálogo de consejos prácticos ayuda a mantener la calma para una vida cada vez más conectada.

1. No revelar claves ni nombres de usuario a nadie. El usuario medio suele recibir e-mails supuestamente provenientes de bancos, con diseño y direcciones de envío que parecen genuinas, pero que redirigen a sitios falsos creados para robar contraseñas. Es mejor ignorar estos correos e ingresar en el homebanking tipeando la dirección oficial de la web del banco directamente en el navegador.

2. Instalar y mantener actualizado un antivirus. No es necesario pagar: prácticamente todos los fabricantes cuentan con versiones gratuitas (AVG Free, Microsoft Security Essentials, Avast Free Antivirus, Avira Free Antivirus) que ayudan a mantener a raya las amenazas actualizándose diariamente.

3. Cuidar nuestra red Wi-Fi. Es importante poner contraseña a la red inalámbrica de nuestro domicilio o negocio, modificando la que defina el técnico que instale el servicio. Seleccionar los protocolos de seguridad WPA o WPA2 en la configuración de la red ayudará a evitar conexiones no autorizadas. 

4. Proteger los dispositivos móviles con clave. Fijar una contraseña de acceso a teléfonos celulares y tablets permite la tranquilidad de saber que, en caso de robo o extravío de los aparatos, nadie podrá acceder a nuestras fotos o contactos. Algunas aplicaciones, como BlackBerry Protect, permiten hacer copias de seguridad y borrado de datos a distancia.

5. Evitar las redes Wi-Fi sin contraseña. Es común encontrarse con redes abiertas en cafés o incluso en el subte. Al ingresar contraseñas o datos personales, se corre el riesgo de que otro usuario con las herramientas adecuadas pueda “leer” las claves ingresadas y acceder a nuestro correo o redes sociales.

6. Instalar las actualizaciones del sistema operativo. Tanto Windows como Ubuntu o Mac OS publican constantemente pequeñas modificaciones, muchas veces para corregir problemas de seguridad que se van detectando. Estar al día con estos cambios ayuda a ahorrarse algunos dolores de cabeza a futuro.

7. Utilizar más de una contraseña. Es bueno establecer niveles de seguridad en las herramientas web usadas: las claves del correo electrónico, de Facebook o de servicios que tengan acceso a nuestra tarjeta de crédito merecen claves complejas (con más de ocho caracteres y usando letras y números), mientras que una cuenta de prueba en una red social nueva podría permitirse una clave más sencilla. Las contraseñas demasiado simples, como fechas de nacimiento o números correlativos, deben evitarse.

8. Prestar atención al bajar archivos y programas de la red. Los sitios “no oficiales” para descargar software gratuito o pago pueden incorporar “malware” o virus aunque parezcan iguales a simple vista a las versiones oficiales. Algo similar pasa con los archivos adjuntos enviados por e-mail: mejor no abrir documentos que no parezcan de confianza.

9. Autorregular la información personal subida a internet. Muchos usuarios –en especial los adolescentes– publican todo tipo de fotos o detalles sobre su ubicación física. Esos datos pueden ser muy difíciles de eliminar de la web e incluso afectar búsquedas laborales futuras.

10. Usar las herramientas de navegación privada. Todos los navegadores cuentan con instancias seguras (InPrivate en Internet Explorer, Navegación de incógnito en Google Chrome) que no guardan cookies ni datos personales en la computadora usada. Esto es clave al usar PC públicas, como las de cíbers y hoteles.

DZ/rg

Fuente Redacción Z