Los involucrados habrían pedido dinero a cambio de planes de vivienda, que resultaron inexistentes. El monto de la estafa rondaría los 35 millones de pesos.
Según la información divulgada por Enelsubte.com, los seis jerárquicos separados hasta tanto se aclarara la situación en la Justicia, eran jefes de estación y supervisores en las líneas B y C. Metrovías terminó optando, por fuera de lo que se decidiese en la esfera judicial, despedir con causa justa a los jerárquicos que habrían incurrido en la estafa.
El caso salió a la luz por la denuncia penal del legislador José Cruz Campagnoli, de Nuevo Encuentro. La promesa era que las casas iban a ser entregadas por el Instituto de Vivienda de la Ciudad, en la zona sur.
Luego de la denuncia, Federico Borgo, delegado de la Línea C, fue golpeado y amenazado. Sus compañeros de la Línea C pararon en repudio.
Según el dirigente Roberto Pianelli, hubo trabajadores que vendieron sus autos para poder afrontar los pagos en el supuesto plan de vivienda, que era de entre 70 y 100 mil pesos en el depósito inicial. El Instituto desmintió, apenas estalló el caso, que hubiera un convenio con Metrovías.
Ahora, el caso continuara su rumbo en la Justicia.
DZ/JPC
Fuente Redacción Z
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