A partir del 29 de junio los afiliados de PAMI ya no recibirán medicamentos con descuentos. Semejante bomba sale de un documento firmado por las tres cámaras de la industria farmacéutica que los proveen: Cilfa, Caeme y Cooperala.
Desde el Pami, la obra social de casi 5 millones de jubilados y pensionados, sin embargo, dijeron que «la cobertura está totalmente garantizada y con los mismos beneficios conocidos hasta hoy».
La industria afirma que «el PAMI rescindió de manera unilateral el convenio con la industria farmacéutica de dispensación de medicamentos a partir de las 0 horas del próximo 29 de junio».
«Dejamos constancia que este es el cuarto contrato firmado durante los últimos dieciséis meses que PAMI no cumple, en los que la industria farmacéutica puso su mayor esfuerzo para evitar que una alteración del convenio terminase afectando la prestación a los jubilados», asegura el texto de las tres cámaras del sector,.
«Ante la incertidumbre generada por la decisión del PAMI, aclaramos que los medicamentos seguirán disponibles en todas las farmacias del país a partir del 29 de junio», concluye.
Pero sin los descuentos.
En un comunicado difundido a última hora, el Pami trató de calmar a sus afiliados asegurando que la rescisión «no afectarán en absoluto la normal dispensa para los casi 5 millones de afiliados». «Como ocurrió desde un primer momento, la mesa de diálogo sigue vigente con el único fin de alcanzar un convenio que permita salvaguardar las finanzas del instituto sin afectar las prestaciones que brinda PAMI a sus afiliados».
Sergio Cassinotti, que reemplazó a Carlos Regazzoni en la jefatura del Pami, a fines de abril avisó a las cámaras que rescindiría el contrato firmado por su antecesor. En una entrevista al diario La Nación, Casinotti había explicado que el Pami tenía un rojo de entre $ 850 millones y $ 900 millones mensuales. Y agregó que gastaban en medicamentos $ 3.000 millones mensuales, cerca del 30% del presupuesto. Y que pretendía bajarlo al 25 por ciento.
«No quiero recortar beneficios para los afiliados del PAMI, no vengo a eso. Hay una deuda de $900 millones, que son débitos que se acumularon durante meses y que tienen que ver con diferencias entre lo autorizado y lo dispensado, con diferencias de troqueles, con códigos de autorización incorrectos», había anunciado cuando asumió Cassinotti.
Ahora, un comunicado del Pami refirma que “en ningún caso la prestación de los medicamentos y los productos médicos puede sobrepasar el 25% de los ingresos genuinos del instituto”. Y quieren establecer protocolos para las indicaciones en el segmento de alto costo e implementar la receta electrónica para los oncólogos.
De hecho, esto significaría imponer una cápita al consumo. La demanda actual de medicamentos vía PAMI es mayor que la expresada en el detalle enviado por el organismo, indicaron fuentes de los laboratorios.
Fuente Redacción Z
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