«Uriel entró el martes pasado a una cirugía simple de amígdalas en la Clínica San Cayetano de Mataderos. Estaba perfecto y se suponía que iban a enviarlo a su casa el mismo día, pero ahora lo tenemos con muerte cerebral y sólo nos resta esperar que su corazón deje de latir de un momento a otro», dijo Sergio Paglini, amigo de la la familia.
Paglini explicó que luego de la cirugía, «el nene empezó a vomitar sangre. Al principio nos decían que era normal y después que no coagulaba, pero los prequirúrgicos habían salido bien».
«Luego reconocieron que tenía una hemorragia interna por una vena que dejaron abierta, por lo que Uriel hizo un paro cardíaco y estuvieron una hora reanimándolo hasta que consiguieron estabilizarlo y mandarlo de nuevo a quirófano», precisó.
Paglini contó que desde el miércoles pasado el niño se encuentra internado en terapia intensiva «con muerte cerebral, por lo que sólo nos queda esperar que se le pare el corazón».
«Nos dijeron que no se puede hacer más nada, que es cuestión de tiempo. Estamos desesperados, queremos que el caso se conozca para que no le ocurra a nadie más, en la clínica hicieron todo mal y nadie se hace responsable», denunció.
Para Paglini se trata de «un claro caso de mala praxis, porque el nene estaba sano y si hubieran accionado como corresponde lo tendríamos con nosotros».
«Somos amigos de sus papás, Mariana y Maximiliano, que están destrozados porque este es su único hijo. Hicieron la denuncia ayer y todo está en manos de los abogados, pero queremos resaltar la serie de irregularidades que sufrimos, porque incluso faltan hojas en la historia clínica de Uriel, lo cual es sumamente grave», subrayó.
DZ/sc
Fuente Télam
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