“Es muy probable que haya casos autóctonos en la Ciudad, va a ser inevitable. Pero no hay que generar miedo ni asustarse, la gran mayoría de los pacientes evolucionan favorablemente”, explica a Diario Z Alfredo Seijo, jefe de Zoonosis del Hospital Muñiz.
Para el médico infectólogo, el actual brote de dengue es muy similar al de 2009. Año en que el país tuvo el último pico de casos autóctonos. Las condiciones climatológicas favorecen la presencia del mosquito transmisor. “Cada vez que está el fenómeno extendido del Niño, aumentan todas las enfermedades transmitidas por insectos. Las temperaturas medias elevadas favorecen la reproducción del mosquito”, señala el especialista.
Si bien la única forma de prevenir el dengue es la eliminación del mosquito, el médico resalta lo importante de prestar atención a los síntomas para, en caso de ser similar con los del dengue, acercarse al centro de salud más cercano.
Los síntomas pueden ser:
–Fiebre, en general es alta aunque puede haber casos con febrícula.
-Dolor muscular, especialmente en la zona de los ojos.
-Sensación de cansancio y decaimiento, el paciente no tiene fuerza para trabajar ni estudiar.
-Manchas en la piel, suelen picar.
-No hay signos de resfrío ni afecciones respiratorias.
“Hay que sospechar de un caso de dengue cuando estos síntomas son agudos. La persona pasa de estar bien a estar en un estado de enfermedad en sólo unos días, médicamente lo llamamos síndrome febril agudo. Es un cuadro similar a una gripe fuerte pero sin los síntomas del resfrío”, indica Seijo.
Para el infectólogo, en caso de tener estos síntomas hay que acercarse enseguida al centro de salud más cercano para descartar la posibilidad de tener dengue u otras enfermedad infecciosas. “Los primeros análisis son los básicos de sangre que se pueden hacer en casi cualquier guardia, después están los estudios específicos de dengue y que ya se hacen en guardias especializadas”, explica.
Para el médico es importante no generar miedo ni psicosis: la gran mayoría de los casos evolucionan bien. En cambio, advierte, es importante prestar atención a los signos de alarma que anuncian un caso de dengue grave. En estos casos, el paciente debe hacer un tratamiento específico y generalmente queda internado en terapia intensiva.
“Si entre el cuarto y séptimo día de fiebre el paciente tiene una recaída y se agudiza el dolor de panza, con vómitos, y hay alguna hemorragia grande puede ser que se trate de un caso grave y hay que hacer el seguimiento desde una terapia intensiva. De todas maneras, no todos los casos graves son mortales, pero sí tienen que estar hospitalzados”, explica Seijo.
A diferencia de como se suele creer, lo más peligroso de los casos graves no son las hemorragias –que según el especialista se pueden controlar-, lo más importante es la pérdida de plasma sanguíneo, el líquido de la sangre que transporta a los glóbulos rojos y blancos.
“La pérdida de plasma es muy silenciosa y difícil de notar”, aclara el infectólogo y se pone firme: “Para la evolución favorable de todos los casos de dengue, tanto el común como el grave, es fundamental la hidratación. La enfermedad produce deshidratación sin sed y es muy importante que el paciente tome mucha agua, como si fuera un antibiótico”.
Para el médico, la hidratación es clave también en los casos graves. “No es lo mismo como llega un paciente a la fase grave si estuvo hidratado o no. Si la hidratación es buena, es muy probable que la evolución sea buena”, explica.
El especialista resalta lo importante de evita la automedicación. Algunas drogas como la aspirina o el diclofenac pueden agravar el cuadro.
Las embarazada, los ancianos, bebés, pacientes con enfermedades crónicas o inmunodeprimidos tienen un mayor riesgo de tener un dengue grave. Es muy importante acudir a un centro médico si se presentan los síntomas.
Pasado el séptimo día de la aparición de la enfermedad, se descarta la gravedad.
El Hospital Muñiz cuenta con una guardia especializada en dengue.
DZ/ah
Fuente Redacción Z
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