Imaginen esto: Mark Zuckerberg (creador de Facebook) a los 15 años está horas frente la PC para que su padre llegue y le diga que deje de perder tiempo con eso. Frustrado, abandona lo que ama y sale a patear una pelota mientras que nosotros nunca llegamos a conocer la red social que nos dio la oportunidad de seguir lo que hacen nuestras ex parejas. Miedo ¿no? Hay toda una generación creando desde sus cuartos, haciendo mucho más que ganarse el odio de las discográficas y chatear todo el día. «¿Que estudie Biología? ¡Voy a seguir haciendo dibujitos boludos y los voy a cagar a todos!» despotrica Juan Vegetal, quien a los 16 se transformó en una especie de Liniers low-fi al crear Mamá, soy flogger. «Todo surge en los ratos de ocio, prefiero continuar con ello que ponerme a estudiar física. Mis viejos me retan por llevarme 25 materias y yo les grito ¡pero salí en la Rolling!» De todas maneras admite que sus padres están orgullosos ahora que entienden lo que hace. Y como para no estarlo ¡Está terminando su primer libro y edita junto a Tomas Zieher una revista mensual!
Los niños prodigio Germán Gallo y Patricio Tarantino, creadores de SinSaldo.com.ar, sitio desde el que se puede enviar mensajes de texto a cualquier celular nos cuentan que «las ideas salen en esos momentos en que estás relajado, porque son herramientas. Vos tenés un problema, se te ocurre la solución y te ponés a hacerla». Otro boom fue el de Malena Pichot y sus vídeos de La Loca de Mierda, que terminaron volviéndose un producto tan atractivo que ni MTV pudo resistirse.
«Estaba triste y deprimida, quise utilizar el humor y las herramientas audiovisuales para hacer catarsis. No nació del ocio, pero sí es cierto que no sabía bien lo que estaba haciendo hasta haber terminado el primer video. En el segundo ya tenía una forma de expresión definida y sabía lo que quería decir», declara Malena. A estos exitosos chicos no los une un cable de red, sino las ganas de hacer productos de calidad con las herramientas
que tienen cerca. Así que si usted es padre, piense dos veces antes de gritarle a su hijo que se aleje de la bendita computadora.
Mejor acérquese y demuestre interés por lo que está haciendo, no querrá cortarle las piernas a un Bill Gates en potencia.

Fuente Redacción Z