Como ya es costumbre desde hace dos años, cuando cerró la tradicional sede de Figueroa Alcorta y Pueyrredón para su acondicionamiento, y la feria se desdobló en Tecnópolis y Dorrego (y en Tecnópolis y Polo Circo después). Este año comenzó también en diferido: a partir del lunes 11 en la sede porteña,  el CCK de Sarmiento 151, y desde del sábado 16 en el predio bonaerense de Villa Martelli.

Para el cierre de la Feria, llega al CCK el 7º Festival de Historieta: entre otras actividades, se destacan el sábado 30 a las 13.15 Fabián Mezquita y Javier Suppa realizarán el taller «Cómo se hace una historieta»; a las 15 Lubrio dará «Onomatopeyas!»; y a las 16.45 J.J.Rovea dictará «¡Mirá cómo me rí­o!; mientras que a las 18.30 Diego Aballay ofrecerá «¡Hasta la aventura y más allá!».

En tanto, el domingo 31 a las 13.15 César Da Col y Nando Gómez darán el taller «Los secretos jamás revelados»; a las 15 Lea Caballero está al frente de un encuentro de manga; a las 16.46 Salvador Sanz enseñará a crear monstruos fantásticos; y a las 18.30 Gerardo Baró y Pablo Tambuscio darán «Calzoncillos arriba de los pantalones: cómo hacer un buen superhéroe», actividades para niños a partir de los seis años.

Acá se puede consultar el cprograma completo.

La feria funciona como un entramado que suma sus actividades a las ya organizadas por los espacios que ocupa y en las últimas dos semanas ambos lugares se llenaron de chicos y grandes, familias que fueron a aprovechar la amplia variedad de propuestas divertidas y gratuitas.

Hasta el domingo 31 hay tiempo de ir a los dos espacios. En Tecnópolis ocupa la enorme nave interior por la que se ingresa al microestadio, a la altura de avenida General Paz entre Balbí­n y Constituyentes, y ofrece además el recorrido cientí­fico y tecnológico.

En el CCK toma dos salas del primer piso y otra del sexto con la presencia de narradores y espectáculos continuados; mientras que en la sala Bibliomate del tercero funciona el área infantil. Ahí hay lecturas para toda la familia, pero especialmente para los más chicos, cuyas madres contarán con un espacio para la lactancia. Un Bibliomóvil de la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (Conabip) recibirá a los visitantes anticipándose al movimiento del antiguo edificio de correos, con proyecciones y títulos de los autores locales más emblemáticos del género.

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Fuente Télam