La Justicia clausuró un bar de Recoleta que funcionaba como un prostíbulo. Se trata de Stavros, ubicado en Vicente López 2229, un bar que ya había sido escrachado por vecinos del barrio e integrantes de La Alameda. Los dueños fueron procesados por el delito de trata de personas con fines de explotación sexual.
La denuncia llegó a la Procuraduría contra la Trata y Explotación (Protex) a través de la madre de una víctima. Según denunció la mamá de una de las empleadas del local, el dueño de Stavros, Gabriel Nicolás Athanassopoulos, conocido como El Griego, obligaba a las meseras atraer clientes para consumir tragos en la barra y “brindar servicios sexuales”.
La investigación está en poder del juez federal Sebastián Casanello y el fiscal Federico Delgado, quienes además sospechan de inspectores del Gobierno porteño por el cobro de coimas para permitir el funcionamiento del local.
Según la denuncia, la oferta sexual se hacía en el local y una vez acordados los clientes, los encuentros se concretaban en albergues transitorios de la zona.
El Griego instaba a las empleadas a prostituirse bajo la promesa de una mejor rentabilidad económica y él mismo hacía de intermediario con los clientes que frecuentaban el lugar.
Stravos ya había sido denunciado y escrachado por La Alameda, organización que lucha contra el trabajo esclavo.
DZ/ah
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