Parejas que van al grano”, sin caricias ni insinuaciones, dimensiones corporales llamativas, escenas de “hard sex” que se plantean como algo absolutamente cotidiano. El cine pornográfico abunda en esos mitos, que suelen frustrar a los hombres y dejar bastante mal paradas a las mujeres.
En las películas pornográficas la mayoría de los actores tienen penes de gran tamaño. Si bien esto es cierto, no se trata de un truco cinematográfico, el mito radica en creer que eso que se ve en la pantalla es lo normal.
Sin embargo, esas proporciones no son la medida del hombre común.
Es importante aclarar este tema para evitar odiosas comparaciones, ya que es algo que angustia y deprime a muchísimos jóvenes.
Una gran mentira del cine porno: los hombres van directamente al grano… ¡Y a las mujeres eso les gusta! En el filme “porno” solemos ver cómo la relación rápidamente termina en la genitalidad sin detenerse en besos, en caricias ni en ningún otro tipo de juego previo.
El sexo explicito es eso, puro sexo carente de erótica. Es decir, sin todos los condimentos que enriquecen un encuentro sexual. Y eso es lo que muestran las escenas del cine triple XXX.
Lo que no se ve en la pantalla, y los jóvenes generalmente lo ignoran, es el tiempo que tardan los actores pornos en “calentarse” para ser convincentes en las escenas que les toca interpretar frente a la cámara. Pero es una ficción… que demora su producción, muchos meses, en cada film.
A ninguna mujer le agrada la penetración sin juegos previos, destinados a preparar la biología, que desembocará –algunas veces– en la penetración vaginal.
DZ/rg
Fuente Redacción Z
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