A comienzos de la década del 70, el presidente norteamericano Richard Nixon decidió extender la guerra de Vietnam a Camboya. La acción potenció el crecimiento de una guerrilla de origen maoísta, los Khmers Rouges (“campesinos rojos”), que llegarían a controlar el país en 1975. En el poder, procedieron a la evacuación y destrucción de las ciudades y al traslado de casi el conjunto población a campos “de trabajo” y “de reeducación” (de concentración, para ser más precisos). El resultado fue que, en poco más de dos años, fue aniquilada por medio del hambre y ejecuciones masivas por lo menos un cuarto de la población camboyana (dos millones de personas).
Todo esto y mucho más aparece en La imagen perdida (The Missing Picture, dirigida por Rithy Panh, Camboya – Francia), film ganador del Un certain regard en Cannes en 2013 y nominada al Oscar el año pasado. Panh desarrolló toda una filmografía con más de diez títulos sobre los efectos del dominio khmer sobre Camboya. La imagen perdida desarrolla una mirada muy personal sobre aquel período. Basada en los tramos autobiográficos de su libro La eliminación, relata cómo el joven Pahn pasó de una tierna infancia en la capital Phonm a ser enviado a un campo de la muerte y perder a toda su familia allí.
Pahn combina aquí imágenes de la propaganda oficial de los khmers con una reconstrucción de la familia del realizador y de la vida en los campos que buscan recrear las “imágenes perdidas”, lo que el régimen ocultaba detrás de una verborragia fanática. Se trata de un film muy poderoso, conmovedor, que narrando una de las experiencias más traumáticas del siglo XX no apela al golpe bajo, sino que prioriza la reflexión y la poesía.
La historia de Pehn y los suyos es personificada a través de figuras de arcilla, figuras inmóviles que acentúan tanto la impotencia y la desolación del horror pasado como la dificultad de representarlo. Hacia el final, Pehn contextualiza su propia tragedia, dando los elementos para entender el ascenso de la guerrilla maoísta.
El estreno de La imagen pérdida –distribuida por 996 Films– inaugura además un nuevo espacio para la cinefilia porteña, la Filmoteca Metropolitana, que funciona en el Centro Cultural Caras y Caretas. La flamante sala posee la mejor calidad de imagen y sonido y una capacidad de 400 butacas totales. Allí se exchibirán films de gran calidad que no hallan espacio en el tradicional circuito comercial.
La imagen perdida. Dir.: Rithy Panh. Miércoles a las 20 en Sarmiento 2037. Entrada $40.
Fuente Redacción Z
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